La Unión Industrial Argentina (UIA) advirtió hoy que la carga efectiva del impuesto a los Ingresos Brutos que deben pagar las empresas a las administraciones provinciales es mucho mayor que la alícuota nominal, debido a la existencia de variados regímenes de recaudación que, en definitiva, representan un costo adicional como si fueran “un impuesto sin ley”.
La central fabril renovó sus críticas al gravamen que representa el ingreso impositivo propio más importante para los 24 distritos por su participación en las finanzas provinciales y cuestionó que desde hace aproximadamente un cuarto de siglo comenzaron a aplicarse regímenes de recaudación que, en los hechos, permiten eludir los compromisos asumidos en los consensos fiscales.
Un impuestos cuestionado
Tradicionalmente, la crítica de muchos economistas y tributaristas al impuesto a los Ingresos Brutos se centraba en lo que denominan “efecto cascada”, ya que se cobra en cada etapa de producción y comercialización en la que “cada eslabón de la cadena agrega su parte y se potencia la alícuota”, sintetizó Carlos Abeledo, presidente del Departamento de Política Tributaria de la UIA.
“Pero ahora estamos sufriendo algo mucho peor, que son los regímenes de recaudación”, enfatizó, al tiempo que cuestionó que “hubo mil consensos fiscales, pero si las provincias ponen un régimen que más que duplica la alícuota original, estamos ante un problema serio”.
Abeledo identificó tres “pecados originales” de los consensos fiscales de 2017 y 2020: “no tienen definida una autoridad ejecutiva plena, no establecen premios y castigos y no están incluidos los municipios”, que en 2024 elevaron de 78 a 84 el número de tributos.
Esas nuevas cargas son la Tasa por servicio de monitoreo y seguridad en locales comerciales y viviendas; Libreta sanitaria por la actividad económica; Tasa por defensa del consumidor; Tasa por habilitación de puestos fijos de control de accesos y vigilancia en barrios cerrados; Derecho por la transferencia de inmuebles dentro de parque industrial y Contribución obligatoria por mantenimiento de la red de tránsito pesado.
Las complicaciones del impuesto
En una rueda de prensa, Abeledo puso de relieve las demoras en la recuperación de los saldos a favor por parte de las empresas y que, en algunos casos, “hay un porcentaje que no se recupera nunca, es un costo hundido”.
“Los saldos a favor comen capital de trabajo, nadie en una empresa presupuesta un exceso de impuestos”, agregó.
Por su parte, Agustina Briner, directora de departamentos técnicos y comisiones de la entidad, puntualizó que “con estos sistemas de recaudación y de retención, muchas empresas terminan tributando en provincias en las que no tienen actividad, porque realizan transacciones con proveedores de esas provincias”.
En el reclamo de los industriales también se incluyó a las tasas municipales y en muchos casos plantearon su inconstitucionalidad, en tanto no se ofrece la debida contraprestación.
Mayores costos
La UIA presentó su informe anual sobre presión tributaria, realizado en base a un relevamiento a 107 empresas, de las que cerca del 65% son pymes, y entre los diferentes aspectos a criticar de las políticas impositivas provinciales los regímenes de recaudación figuraron en primer lugar.
Al respecto, indicó que “no solo incrementan la carga administrativa que deben afrontar las empresas, sino que además se transforman en mayores costos económicos porque su diseño genera permanentes saldos a favor de difícil devolución”.
Briner precisó que entre las empresas encuestadas el saldo promedio a marzo de este año (cuando se cerró la medición del estudio) fue de $ 385 millones por compañía, “que a valores actuales llega a $ 526 millones”.
Pero esa acumulación de saldos tiene mayor impacto relativo cuanto menor sea el tamaño de la empresa, advirtieron los técnicos de la UIA.
Por otra parte, sumaron a las quejas a la Comisión Arbitral por “no publicar de manera unificada y transparente los coeficientes, lo que agrava las ineficiencias y costos económicos para las empresas”.
Los casos por provincia
Como Ingresos Brutos genera saldos a favor en forma permanente, advirtieron, “la presión tributaria es mayor, con una alícuota efectiva que supera a la nominal establecida para el sector en esos casos”.
Según el relevamiento de la UIA, entre las alícuotas efectivas más elevadas en 2024 figuran las de las provincias de Misiones (4,67%), Mendoza (4,77%), Tucumán (4,80%) y Santa Fe (5,03%).

Las alícuotas efectivas de Ingresos Brutos por provincia
Al planteársele que esas subas en las alícuotas podría ser un recurso de los gobiernos provinciales para compensar los recortes de las transferencias no automáticas que les aplica la Nación, Briner planteó que “las empresas no tienen por qué hacerse cargo de la diferencia”, mientras que Abeledo sostuvo que “quizás las provincias tengan que revisar el nivel de gastos”.
Las propuestas
Los industriales presentaron como propuesta para atenuar el impacto de los costos que representan los regímenes provinciales la implementación de una Cuenta Única Tributaria, para “condensar y simplificar el cumplimiento de las obligaciones fiscales”.
Asimismo, pidieron la exención a las pymes de los regímenes de recaudación, “para evitar que sean agentes de retención y percepción de impuestos”.
Entre otros puntos de la propuesta fabril, se planteó que las alícuotas de retención no excedan las de las actividades de los sujetos pasibles, que el cómputo de las retenciones o percepciones se hagan a partir del mes en que se realizan.
También se abogó por un sustento territorial como criterio para las percepciones, la automatización de los certificados de exclusión, así como la devolución de las retenciones o percepciones indebidas “sin límite temporal”.