El nivel de actividad en las pymes industriales registró en julio una baja de 3,2% respecto a igual mes de 2022 y de 2,6% frente a junio pasado.
A pesar de este retroceso en el cotejo interanual, el segundo consecutivo en lo que va del corriente año, el acumulado del primer semestre mantiene un crecimiento de 0,6%, informó hoy la Confederación Argentina de la Pequeña y Mediana Empresa ( CAME).
“Fue un mes atípico, marcado por la dinámica electoral, que afectó la normalidad de muchas empresas. Por ejemplo, el 54% de las firmas consultadas declararon más problemas para reponer stocks que en el mes de junio”, señaló CAME en un comunicado.
Desde la entidad pyme describieron que si bien las empresas arrancaron julio “en calma, produciendo a pleno”, sobre la segunda quincena del mes “se comenzaron a tensar los mercados y los proveedores retacearon entregas de insumos por temor a próximos aumentos”.
A esto se sumó que las listas de precios también mostraron ajustes más fuertes, que las industrias trasladaron al precio de venta por el bajo margen para continuar absorbiendo incrementos.
“Los empresarios consultados manifestaron que la variable política fue la que mayor perjuicio les generó, y hay temores sobre las dificultades para mejorar el panorama actual hasta fin de año”, señalaron desde CAME.
Estos resultados surgen del Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) que elabora CAME, en base a muestra que alcanzó a 404 industrias pyme a nivel federal.
Por rubros, en julio la mejor performance volvió a corresponder a “Alimentos y Bebidas”, con un crecimiento anual de 4,4% en su producción, a precios constantes.
Por el contrario, el peor desempeño fue para el rubro “Papel e Impresiones”, con una caída interanual de 22,9% anual.