La recesión es cada vez más incontenible a pesar de los sucesivos parches que anuncia el Gobierno kirchnerista. Orlando Ferreres & Asociados confirmó que la producción industrial se desplomó hasta un 4,1% interanual en el mes de julio, según el IPI-OJF que publica la consultora privada.
Se trata de la caída interanual más violenta registrada en los últimos 32 meses, algo que marca la profunda retracción de la oferta industrial. El derrumbe del nivel de actividad alcanzó casi el 16% sobre el nivel de la industria metalmecánica, la producción de alimentos se contrajo un 9,6% interanual y en minerales no metálicos la caída llegó al 8,6%. De las 12 principales aperturas del IPI-OJF, 7 sufrieron caídas en comparación con respecto a julio del año pasado.
Por otra parte, la caída de la industria llegó al 2,4% solamente en julio en comparación con el mes anterior, según la serie desestacionalizada del indicador. Es la tercera caída mensual consecutiva desde mayo, y la cuarta en lo que va del 2023.
La principal causa de la tendencia recesiva es la escasez de divisas que genera el cepo cambiario, estrangulando los incentivos sobre la oferta a una partida artificialmente baja y al mismo tiempo permitiendo incentivos para la sobrefacturación de importaciones.
El Banco Central y el Gobierno intervinieron el saldo importador (a través de permisos, cupos, prohibiciones y Licencias no Automáticas), y como resultado la producción industrial se vio completamente paralizada ante la falta de insumos estratégicos producidos en el exterior. La “administración” del comercio exterior está asfixiando la producción fabril.
“Hacia adelante anticipamos un enfriamiento aún mayor de la actividad industrial, producto de una situación macroeconómica que se deterioró aún más, una creciente incertidumbre política y una situación social enrarecida”, explica el informe de la consultora.
Por otra parte, el último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) reveló que las ventas industriales de las empresas PyME se desplomaron hasta un 3,2% interanual en el mes de julio. Esto evidencia que tanto la oferta como la demanda del sector manufacturero están cayendo a una velocidad alarmante.
Se registró una fuerte caída de las ventas en torno al 2,6% mensual en julio con respecto a junio, y la capacidad instalada de la industria cayó al 71,9%. El “camino del crecimiento” tan publicitado por el ministro de industria José de Mendiguren no aparece por ningún lado.
Las ventas llegaron a desplomarse hasta un 22,9% en el rubro de papel e impresiones, 6,2% en químicos y plásticos, 4,8% en muebles y maderas, y un 3,2% en bienes de capital (incluyendo material de transporte).