Los 16 meses de la administración de Sergio Massa al frente de la cartera de Economía dejaron un saldo dramático para el país. Las principales variables macroeconómicas se desequilibraron, y especialmente el sobrante de pesos en la economía.
El stock de pasivos remunerados del Banco Central, conformado por las Leliq, la posición neta de Pases, las Notaliq y Legar, entre otros instrumentos, llegó a superar los 30,6 billones de pesos en los últimos días de noviembre y acumuló un crecimiento del 548% desde que Massa asumió la dirección económica del Gobierno.
Expansión interanual de los pasivos remunerados y el circulante monetario.
Asimismo, la cantidad de pesos en circulación creció casi un 264% desde agosto del año pasado, y contabilizando las reservas de los bancos encajadas en el BCRA por regulación de este último, la base monetaria llegó a expandirse un 210% en el mismo período. Al mismo tiempo los precios minoristas subieron más de un 250%, se más que duplicaron en un año y medio.
Como resultado de todo esto, los pasivos remunerados llegaron a representar más del 334% de la base monetaria en noviembre, nunca antes se había visto una relación semejante. Incluso se superaron los niveles observados en el año 1989 en la previa de la peor hiperinflación de la historia argentina.
La demanda de pesos no deja de caer, sin importar cómo se la mida. Todos los agregados monetarios pierden cada vez más participación con respecto al PBI (lo cual sugiere desmonetización y caída de la demanda de dinero), al mismo tiempo en que la cotización del dólar paralelo batió todos los récords.
Reservas brutas del Banco Central en la gestión de Sergio Massa.
La tasa de política monetaria aplicada sobre las Leliq escaló del 60% al 133% nominal anual (y más de 250% en términos efectivos) desde agosto de 2022, pero ni así se logró incentivar la tenencia de pesos. Por otra parte, la tasa aplicada para los Pases pasivos a 1 día (la opción a la cual están migrando los bancos) saltó del 55% al 126% nominal anual a lo largo de la gestión de Massa.
Las reservas brutas del Banco Central disminuyeron en 16.300 millones de dólares entre agosto de 2022 y noviembre de 2023, pero el estado de las reservas netas es aún peor: ya se registra un rojo de por lo menos US$ 10.000 millones descontando los recursos del swap con China, el Fondo de Resiliencia y SEDESA, y los dólares que respaldan los depósitos en moneda extranjera.
Los sucesivos programas de fomento exportador fracasaron irremediablemente, el cepo cambiario impidió cualquier acumulación de divisas. La gestión de Sergio Massa deja al BCRA en un estado crítico y completamente quebrado, el peor nivel de reservas netas que se haya visto en la democracia.