La actividad industrial subió un 1,8% desestacionalizado en abril, según el Indec. Se trata de la primera variación mensual positiva desde septiembre e implicó un freno en la caída.
Sin embargo, sigue muy por debajo de los niveles que presentó el año pasado. La baja interanual fue del 16,6% y en comparación contra noviembre el desempeño fabril se ubica 12,7% puntos por debajo: un desplome de casi el doble al que ocurrió al comienzo de la pandemia. Actualmente opera en niveles similares a los de 2005. Entre los analistas, pese al repunte mensual, sostienen el panorama sigue siendo difícil, con proyecciones que estiman una caída de hasta dos cifras para el 2024.
La suba intermensual que registró el Índice Producción Industrial (IPI) Manufacturera del Indec fue la primera variación positiva desde septiembre de 2023, aunque desde Orlando Ferreres y Asociados relativizaron la importancia de ese resultado: "Es aún muy pronto para sugerir que se ha dejado atrás el piso de producción industrial, y algún rebote era esperable luego de un mes particularmente malo".
De hecho, según cálculos del Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (Geres), "la actividad industrial se retrotrae actualmente a niveles del año 2005". En gran medida, este desplome se aceleró en los últimos cinco meses, desde diciembre, tras la devaluación. A modo de comparación, en los cinco meses entre febrero y julio de 2020, el punto álgido de la cuarentena por coronavirus, la caída de la industria fue de 7,4%. Entre noviembre y abril, ese número es de 12,7%.
La industria manufacturera dependen fuertemente del consumo interno
Para ACM, en términos generales, "la mayoría de las industrias se ven afectadas por los mismos dos factores principales: una menor demanda interna y dificultades en la adquisición de insumos importados". En orden por su incidencia en el nivel general, las disminuciones más importantes se observaron en alimentos y bebidas, que cayó un 9% anual; maquinaria y equipo, 29%; productos minerales no metálicos, 35,2%; industrias metálicas básicas, 19,3%; sustancias y productos químicos, 10,2%. "Entre estos sectores se explica cerca del 54% de la caída registrada en el índice de actividad industrial", resaltó la consultora.
Uno de los subgrupos que fue la excepción a la regla fue el de la molienda de oleaginosas, que subió un 27,5% interanual. Se trata de una las subcategorías que más inciden sobre el dato de alimentos. De acuerdo a estimaciones de CIARA, el Índice de Capacidad Instalada de la molienda de soja subió de manera intermensual por tercera vez al hilo en abril y llegó al 65%.
Qué se espera para los próximos meses
De cara al futuro existen dudas sobre sí la industria podrá sostener la actividad lo suficiente como para que ocurra una recuperación. No solo porque en mayo los cortes de gas en las fábricas afectaron las líneas de producción, sino porque aún no se identifican impulsores claros que traccionen al aparato productivo, que depende en gran medida del consumo interno.
Para Ferreres, "hacia adelante, aún no se ven señales claras de que pueda comenzar una recuperación de la actividad". Y agregaron: "Entendemos que esto no sucederá antes de que la fase de ajuste focalizada en moderar la inflación dé lugar a una nueva fase orientada a recomponer los ingresos de las familias".
En consonancia, ACM planteó que "de cara al futuro, no se prevé una recuperación inmediata de la actividad industrial a partir de lo registrado en abril. Es probable que la dinámica actual se mantenga, pero pierda inercia a medida que la inflación continúe moderándose y la demanda interna se recupere levemente".
A una conclusión similar se llegó desde LCG: "Aunque se vislumbra un piso de actividad en abril, no esperamos que la recuperación próxima sea suficiente para compensar la caída de estos últimos meses". De hecho, calcularon que la actividad industrial cerraría el año con una caída de 12,3%.
