La producción de la industria manufacturera pyme cerró el primer semestre del año con una suba acumulada de 1,2%, a pesar de que en junio el nivel de actividad marcara un retroceso de 0,6% interanual, según un relevamiento realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa ( CAME).
Los resultados surgen del Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) que elabora CAME, en la que participaron 404 pequeñas y medianas empresas fabriles de todo el país.
"Continúa una tendencia que comenzó en diciembre último, pero la industria aun así pudo cerrar el primer semestre del año con un crecimiento de 1,2% en comparación con igual periodo del año pasado”, señaló la entidad empresaria en un comunicado.
Desde CAME argumentaron que “el poder de compra del ingreso personal se ha debilitado, lo que significa que los consumidores tienen menos dinero para gastar”.
A esto se suma “un fenómeno que ocurre en algunas ramas industriales (que) es la sobreacumulación de stocks de insumos por temor a que su desabastecimiento genere gastos extraordinarios además de costos logísticos, provocando no sólo una menor liquidez financiera, sino una postergación de inversiones en maquinarias o reparaciones”, agregó el informe de CAME.
Por sectores, la mejor performance de junio correspondió al rubro “Alimentos y bebidas” que marcó un crecimiento anual de 5,3% en su producción, mientras que la peor se dio en “Papel e Impresiones”, que registró una caída interanual de 23,3% anual.
De esta manera, en el rubro de Alimentos y bebidas, la producción subió 5,3% anual en junio a precios reales, y acumuló un crecimiento de 5,4% en el primer semestre frente al mismo período de 2022, y en la comparación mensual no mostró cambios.
En cambio, Papeles e impresiones, registró un declive anual de 23,3% a precios reales, una baja de 10,1% mensual, y acumuló un descenso de 13,4% en el primer semestre frente al mismo período del año previo.