La actividad industrial cayó un 1,5% durante el segundo trimestre y en comparación al primero, señal de que se profundizó la recesión. Durante junio, a su vez, la producción fabril registró una caída interanual que superó el 11%, según mediciones privadas. En el corto plazo, los analistas esperan un periodo de estancamiento, ya que no observan factores que dinamicen la actividad, salvo una recuperación del crédito. Recién para más adelante, una esperada recomposición del poder adquisitivo, podrá incidir positivamente . En paralelo, la importación de bienes de capital cayó un 17,5% interanual durante el segundo trimestre y un 6,6% desestacionalizado.
De acuerdo al Índice de Producción Industrial Manufacturera (IPI) de junio que elaboró la Fundación FIEL, la actividad del sector cayó un 12,1% interanual. "A las dificultades puntuales que enfrentan los distintos sectores industriales, se sumó en el mes de junio el impacto sobre la producción, y las ventas, de un menor número de días de actividad a causa de los feriados de la tercera semana del mes", remarcó el informe.
De manera similar, desde Orlando Ferreres & Asociados explicaron que la producción de junio "estuvo influenciada por factores circunstanciales, como un conflicto laboral de los trabajadores del neumático, y paradas industriales en la semana que tuvo tres días feriados, particularmente en varias terminales automotrices, que decidieron por la baja demanda parar por toda esa semana". Según sus estimaciones, la baja interanual de la industria fue de 11,2%.
La fuerte caída trimestral y la baja de inversiones
Partiendo de una "foto" más amplia, desde FIEL subrayaron que la baja interanual del segundo trimestre de 2024 fue de 12,8%, por lo que la actividad fabril "acumula cinco trimestres en retroceso en la comparación interanual". Y agregaron: "La caída de la producción en el trimestre sólo es superada por las observadas a mediados de 1985 con el lanzamiento del Plan Austral, a mediados de 1989 y comienzos de 1990 con las crisis hiperinflacionarias, en el cambio de régimen que resultó la Convertibilidad a comienzos de 2002, y en el segundo trimestre de 2020 en plena pandemia de Covid".
Producto de esta recesión fue que en la comparativa desestacionalizada, pese a una leve suba mensual en junio, FIEL midió una caída de la actividad industrial durante el segundo trimestre de 1,5% contra los primeros tres meses del año. Se trató de una contracción idéntica a la que estimó el IPI de Ferreres.
Hacia delante, Ferreres proyectó "un período de estancamiento cercano a los bajos niveles actuales, que daría luego lugar a una paulatina recuperación cuando la recomposición de los ingresos de las familias provoque una mejora en la demanda interna". En consonancia, FIEL observó que el actual escenario macroeconómico aún no revela los factores que dinamizarán la actividad. En el corto plazo la recuperación del crédito luce con el mayor potencial".
La recesión hizo mella en las inversiones del entramado productivo. De acuerdo a estadísticas del Ministerio de Economía, durante el segundo trimestre las importaciones de bienes de capital alcanzaron los USD1.799 millones, una caída interanual del 17,5% y un 6,6% en relación contra el primer trimestre. Además, en los últimos 6 trimestres se observaron variaciones negativas en términos interanuales.
