Las condiciones sociales se siguen deteriorando a medida que la inflación corroe el poder adquisitivo de los salarios. Las pésimas precarias condiciones en las que se crean los nuevos puestos de trabajo y la caída del salario real son al día de hoy las principales fuentes detrás del crecimiento de la pobreza, en detrimento del bajo nivel de desocupación.
La Universidad Torcuato Di Tella confirmó que su Nowcast de pobreza marcó un récord de hasta el 42,9% para el semestre móvil finalizado en octubre de 2023, un indicador construido por el economista Martín González-Rozada.
Cabe resaltar que Massa asumió la dirección económica del país cuando la pobreza aún se mantenía en el 37,1%, y en 15 meses de gestión la llevó al 42,9%. Se trata de la cifra más extrema observada desde septiembre del año 2020, el periodo más delicado durante el shock que provocó la pandemia.
[NOWCAST DE POBREZA] Con el dato de inflación de octubre, el nowcast proyecta una tasa de pobreza de 42.9% para el semestre May23Oct23. El IC al 95% va desde 41.4% hasta 44.4%. Gráfico interactivo y más datos en este informe https://t.co/FldpijJ6NM pic.twitter.com/YCT7fXLCrU
— Martin Rozada (@MartinGRozada) November 14, 2023
Toda la caída de la pobreza generada por la reactivación de la economía entre mediados de 2021 y la primera mitad de 2022, fue completamente obliterada por la escalada sin precedentes de la inflación desde julio del año pasado.
“Esta proyección sugiere que alrededor del 43% de las personas viven en hogares urbanos pobres. La población urbana capturada por la EPH en el semestre de referencia se estimó en 29,2 millones de personas lo que implica que alrededor de 12,5 millones viven en hogares urbanos pobres”, explica el informe de la Universidad Torcuato Di Tella.
Y desde que el kirchnerismo recuperó el poder en diciembre de 2019 se acumuló un salto de 7,4 puntos porcentuales por encima del piso que había dejado la gestión del Gobierno de Cambiemos. Cada vez más personas caen por debajo del umbral de la canasta básica total.
Los indicadores sociales son similares a los que había en la crisis del 2001. Según las estimaciones del CEDLAS con una metodología comparable a la que hoy utiliza el INDEC, la tasa de pobreza llegaba al 45% de la población en el primer semestre de 2001, y casi al 46% en la segunda mitad de ese año.
El país finalizó el primer semestre de 2023 con una tasa de pobreza superior al 40%, algo que el mismo INDEC se encargó de publicar. Las estimaciones de Rozada sugieren que ya habría trepado al 43% para el cierre de octubre, y resulta factible y hasta esperable que para fin de año repunte aún más hasta llegar al 45% (volviendo así la misma cifra que en 2001).
Pero los rezagos de la crisis todavía están por venir, y en particular la violenta devaluación esperada para fin de año, dado el peligroso e insostenible nivel de atraso cambiario que Massa permitió sobre el dólar oficial desde la segunda semana de agosto. Las devaluaciones impactan en mayor medida sobre los bienes transables (entre ellos los alimentos), por lo que el salto de la pobreza sería preocupante en un escenario como este.