Como consecuencia del conflicto por la coparticipación, la oposición amenaza con no dar quórum para las sesiones extraordinarias del Congreso donde el Gobierno esperaba aprobar una serie de proyectos económicos de vital importancia.
El blanqueo de capitales está entre los proyectos prioritarios para el Ejecutivo y es la herramienta a la que apuestan en medio de la campaña electoral.
La “exteriorización de activos no declarados” en el exterior permitiría al Gobierno captar miles de dólares fuera del radar, así como también garantizarse una recaudación extra y un mayor margen de maniobra hacia las elecciones, sin salir de las metas pactadas con el FMI en materia de gasto público.
Dicho proyecto de ley debe ser tratado y aprobado por los legisladores para luego ser puesto en marcha hasta septiembre de 2023 y va de la mano con el intercambio automático de datos fiscales (Facta) firmado con Estados Unidos, por el que la Argentina accederá de manera automática a datos de cuentas y bienes de argentinos en el país norteamericano a partir de septiembre de 2014.
Cómo será el blanqueo
Quienes blanqueen sus activos hasta el 31 de marzo pagarán un impuesto del 2,5%. La misma cifra aplicará a quienes tengan cuentas en el exterior, pero decidan traer los fondos al país. Mientras tanto, si se opta por mantener el dinero afuera, el porcentaje será del 5%.
Para quienes lo hagan entre el 1 de abril y el 30 de junio, la alícuota subirá al 5% en caso de quienes traigan sus activos a la Argentina y será del 10% si deciden dejarlos en el exterior.
En caso de blanquear entre el 1 de julio y el 30 de septiembre, los impuestos a pagar serán, en el primer caso, 7,5% y si no los repatría 15%. A su vez, aquellos que declaren sus activos en el exterior a partir del 1° de octubre tendrán sanciones económicas y penales.
