El Índice de Precios al Consumidor (IPC) trepó un 3,7% en marzo, según los datos publicados el viernes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). El número superó ampliamente las previsiones privadas, que proyectaban un valor más cercano al 2,7%, y encadenó dos meses de aceleración inflacionaria.
La cifra encendió nuevas luces de alerta entre economistas y consultoras, que revisaron sus estimaciones para los próximos meses y advirtieron sobre una posible pérdida de eficacia de los principales anclajes antiinflacionarios, en un contexto marcado por aumentos estacionales, subas puntuales en alimentos e incertidumbre cambiaria.
¿Qué factores explican la suba de la inflación en marzo?
De acuerdo con el informe oficial, el mayor aumento en marzo se dio en el rubro Educación, que se disparó un 21,6% por los ajustes del comienzo de ciclo lectivo.
Pero incluso al descontar ese componente, la inflación muestra señales de aceleración: “La inflación nacional habría sido de 3,3% y la inflación núcleo, de 2,6% (en lugar de 3,2%)”, explicó Gonzalo Carrera, economista de la consultora Equilibra.
El segundo gran componente detrás de la suba fue el de los precios estacionales, que promediaron un alza del 8,4%. Allí se destacó el aumento de las verduras —del 30,6% a nivel nacional y del 40% en el Gran Buenos Aires— y de la indumentaria, que subió un 5,1%.
La consultora LCG indicó que estos precios explicaron “casi el 75% de la aceleración total de la inflación en marzo”. En ese sentido, precisaron que “la suba de verduras e indumentaria explicaron el 30% del total del IPC mensual”.
En la consultora C&T también explicaron que “marzo es un mes con fuerte estacionalidad”, y sumaron un elemento adicional: las intensas lluvias de las últimas semanas, que afectaron la oferta de algunos alimentos frescos y empujaron los precios de ciertos productos como la lechuga, el tomate y la papa.
Más allá del factor estacional, que suele ser pasajero, los analistas advierten que además hubo una aceleración de la inflación núcleo —que excluye estacionales y regulados— al 3,2%. “La carne volvió a jugar en contra, con una suba de 6%, y dentro de alimentos y bebidas hubo otros productos que también aumentaron fuerte”, señaló Lucio Garay Méndez, economista de EcoGo.