La eliminación de la ley de alquileres en Salta, bajo el reciente Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de Javier Milei, ha desatado una crisis habitacional en la provincia, dejando a numerosas familias y jóvenes en una situación precaria.
A solo un mes de la implementación de la medida, los inquilinos se enfrentan a subas de entre 200% y 300% en los costos de renovación de alquileres. Los precios liberados y las condiciones impuestas por los propietarios se han vuelto insostenibles para los salarios locales, obligando a muchas familias a tomar decisiones drásticas.
En un contexto de precios en dólares para aquellos con ingresos en pesos, las renovaciones se han convertido en un desafío económico imposible para muchos salteños.
La problemática se agrava en Salta debido al déficit habitacional y la presencia de propiedades destinadas al alojamiento temporal para turistas o trabajadores del sector minero, contribuyendo al aumento de la demanda y a la escalada de precios. La situación, lejos de mejorar, apunta a una crisis habitacional de magnitudes preocupantes en el corto plazo.