El uso de transferencias de fondos está creciendo rápidamente y se está convirtiendo en la opción preferida por los usuarios de servicios financieros. Se trata de una práctica se afianza exponencialmente desde 2021 y refleja la comodidad de los usuarios por los medios de pago electrónico.
Si bien las transferencias electrónicas como método de pago se utilizaban con frecuencia, fue la pandemia el momento de mayor explosión de esta práctica debido a la imposibilidad de acercar la tarjeta a los lugares de compra.
Los bancos fomentaron este tipo de experiencias a través de diversas medidas, como por ejemplo, el incentivo hacia la bancarización y el uso de billeteras virtuales. En el caso de los comercios, implican menores costos y brindan más opciones de cobro, lo que reduce el uso de efectivo y aumenta la seguridad.
Las transferencias electrónicas en números
Según el último Informe Mensual de Pagos Minoristas del Banco Central de la República Argentina (BCRA), este tipo de transacciones aumentaron un 19% en un mes, un 153% en comparación con marzo de 2022 y se multiplicaron por cinco en los últimos dos años.
El estudio arrojó que se realizaron 198 millones de pagos por transferencia en marzo de este año, superando por primera vez las transacciones con tarjetas de débito, que sumaron 193 millones de operaciones.
El 84,3% de aquellas operaciones correspondieron a pagos dentro de un proveedor de servicios de pago, mientras que el 15,7% fueron pagos interoperables. En términos de montos, el 78% de los pagos intra PSPCP y el 22% de los pagos interoperables representaron $787,1 mil millones.
A partir del 1° de septiembre, los comercios que acepten pagos de crédito a través de códigos QR, deberán aceptar cualquier billetera digital interoperable, independientemente de la marca del QR.