El INDEC difundió este miércoles el Índice de Salarios de mayo, que arrojó un aumento del 8,3% en los haberes promedio de los trabajadores. Esta cifra se ubicó por encima del nivel de inflación de ese mes, que fue de 4,2%.
El crecimiento de los sueldos durante mayo se debe a los aumentos de 7,7% en el sector privado registrado, de 8,3% en el sector público y de 11,8% en el sector privado no registrado.
Entre enero y mayo de este año, el promedio de los salarios creció 73,3% y quedó por encima de la inflación acumulada en el mismo período, que fue de 71,9%.
En términos interanuales, el Índice de salarios mostró una suba de 216%, como consecuencia de los incrementos del 246% en el sector privado registrado, 192,5% en el sector público y 155,2% en el sector privado no registrado.
Hasta mayo de 2024, el Índice de salarios acumula una suba de 73,6% respecto de diciembre del año previo, debido a subas de 81,5% en el sector privado registrado, 66,7% en el sector público y 55,5% en el sector privado no registrado.
El Índice de Salarios que realiza el INDEC estima la evolución de los sueldos pagados en la economía aislando el indicador de variaciones relacionadas con determinados conceptos. Estos son: la cantidad de horas trabajadas, los descuentos por ausentismo, los premios por productividad y cualquier otro concepto asociado al desempeño o a las características de los individuos concretos.
“Los salarios volvieron a ganarle a la inflación en mayo, confirmando el rebote que habían iniciado en abril. Esta vez, la brecha entre la suba de los salarios y el IPC superó los 4 puntos, dando cuenta de una aceleración en la mejora del poder adquisitivo. Con esto, el dato de INDEC confirmó lo que ya habían adelantado los indicadores de la Secretaría de Trabajo”, analizó Eugenio Marí, economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso.
“La baja del impuesto inflacionario es un alivio que impacta de lleno sobre el poder adquisitivo de las familias, en especial de los de menores ingresos o que trabajan en la informalidad. Todos los componentes del índice de salarios estuvieron por encima del IPC, incluyendo los no registrados. Justamente estos trabajadores fueron los más afectados por la brusca aceleración de la inflación que hubo en 2022 y 2023, período en que sus salarios perdieron 41% de su poder adquisitivo”, cerró el analista.