El ministro de Economía y candidato por el armado kirchnerista, Sergio Massa, envió su Presupuesto 2024 para ser tratado en el Congreso, que traza de la manera más clara cuál será su agenda en caso de ganar las elecciones el próximo 19 de noviembre.
A pesar de su discurso de campaña, en el Presupuesto, Massa propone abiertamente un brutal impuestazo como la principal herramienta para bajar el déficit fiscal, pero aún con todo, Massa proyecta un déficit primario cercano al 0,9% del PBI, y alrededor de 4 puntos del producto cuando se tienen en cuenta los intereses de deuda pública.
Todo esto está muy alejado de la promesa de “déficit cero” que repite en su campaña como candidato, y se trata del segundo presupuesto con déficit en lo que va de su gestión como Ministro. Está clarísimo que Massa no tiene ningún plan para conseguir el equilibrio fiscal.
Es importante aclarar que para dejar de emitir dinero y dejar de endeudarse con economías extranjeras, el Gobierno argentino debe dejar de gastar más de lo que recauda, por lo que 0,9% de PBI de déficit implicara un 2024 con mayor inflación y mayor toma de deuda.
Incluso, esta proyección fiscal para 2024 no incluye las recientes desgravaciones impositivas sobre Ganancias y la devaluación del IVA. Por lo que en realidad el déficit del Presupuesto 2024 fácilmente superaría el 2% del PBI, prácticamente lo mismo que se espera para fin de año.
Dado que Argentina está al borde de caer en default, y ha perdido prácticamente todo el acceso al mercado de créditos internacionales, se espera que la totalidad de este desequilibrio será financiado con emisión monetaria del Banco Central, garantizando que la inflación seguirá aumentando.
Los puntos más importantes del impuestazo de Sergio Massa
El ajuste fiscal que propone Massa recae sobre la sociedad. El Presupuesto 2024 lo cataloga como “gastos tributarios”, pero a lo que verdaderamente se refiere con esto son las exenciones impositivas, y en particular sobre los siguientes tributos: Ganancias, Bienes Personales, IVA, y contribuciones patronales.
Massa propone modificar el impuesto a las Ganancias para alcanzar a los servicios digitales con una alícuota del 35% (la más elevada en la escala del impuesto). Formalmente se propone establecer una retención para los beneficios girados al exterior por servicios y plataformas digitales, pero el costo será trasladado en última instancia al consumidor final.
El gravamen para los dividendos que dan los ADRs por acciones de empresas argentinas en el exterior podría incrementarse del 7% al 35%, equiparándolos así con la tasa marginal más elevada de Ganancias. El impuesto a las Ganancias también podría aplicarse para fundaciones, mutuales y cooperativas que actualmente se encuentran exentas de todo pago.
El proyecto de Massa apunta directamente a las empresas, y buscará boicotear el ajuste de los balances contables por inflación. Esta maniobra incrementaría la recaudación efectiva, ya que se cobrarían impuestos sobre balances que en términos nominales podrían arrojar “ganancias” pero no así cuando se lleva a cabo el ajuste por inflación. En otras palabras, Massa quiere obligar a las empresas que arrojan pérdidas a seguir pagando impuestos.
La actualización de los balances contables por inflación se articuló en el año 2018 bajo la gestión del expresidente Macri, pero Massa podría dar marcha atrás con la iniciativa total o parcialmente.
Por otra parte, se propone una fuerte generalización del IVA, uno de los impuestos que más recauda dentro de la estructura nacional. Para lograrlo, Massa pretende alcanzar con una tasa del 21% al pago de honorarios para miembros de directorios, y eliminar las tasas reducidas para empresas pyme. También se propone eliminar los reintegros de exportación, dando como resultado una recaudación esperada en torno al 0,75% del PBI.
Se propone generalizar el impuesto de Bienes Personales, a fin de poder alcanzar a la propiedad rural tanto declarada en el país como en el exterior. Se trata de una medida extremadamente perjudicial para el campo argentino, que ya paga fuertes recargos impositivos para los principales productos de exportación (como por ejemplo la soja, el trigo y el maíz).
Massa apunta directamente contra los regímenes de promoción industrial, y en particular contra el que opera en Tierra del Fuego. Los ciudadanos fueguinos podrían verse obligados a sufrir un impuestazo por la aplicación del IVA y Ganancias sin ninguna contemplación especial, destruyendo las inversiones y el capital invertido después de años de aplicación del régimen. Esto amenaza con destruir miles de puestos de trabajo en el sector privado formal, y en la industria manufacturera.
En última instancia, el proyecto propone eliminar la rebaja prevista por la Reforma Tributaria de 2017 sobre las cargas patronales. La misma había sido prorrogada por iniciativa de Alberto Fernández en diciembre de 2019, pero con el Presupuesto 2024 será descartada definitivamente.