El elegido por Patricia Bullrich para ser su ministro de Economía en caso de ganar la presidencia, Carlos Melconian, tiene casi el 85% de sus bienes radicados en el exterior, según su última declaración ante la Oficina Anticorrupción cuando ingresó como Presidente del Banco Nación en 2016.
Es decir, unos $65,8 millones de pesos sobre los $77,6 millones totales que declaró, los tiene en dólares o en activos valuados en dólares afuera de Argentina. Cabe aclarar que estos números son en pesos del año 2016, por lo que ahora, se espera que tenga mucho más.
Los activos del funcionario, correspondientes a su situación patrimonial de 2016, se reparten mayormente entre inversiones inmobiliarias en Uruguay, depósitos en dólares en los Estados Unidos, bonos en dólares y acciones de empresas extranjeras que cotizan en Estados Unidos.
En su declaración jurada, el ítem más significativo es el de “depósitos de dinero en el exterior“: en los Estados Unidos tiene cajas de ahorro, cuentas corrientes y efectivo por el equivalente a 24,7 millones de pesos, mientras que en Uruguay sus depósitos ascienden a unos 54.000 pesos. Si se toma el tipo de cambio de del 31 de diciembre de 2015, cuando cerró su DDJJ, serían unos USD 2 millones.
Su situación es la misma que la de tantos argentinos que alguna vez pudieron conseguir algo de dinero y quisieron resguardarlo de las manos confiscatorias del Estado argentino. Pero es en fuerte contraste con la postura que ha adoptado en su nueva incursión política, defendiendo el peso argentino y despotricando contra la dolarización.
El potencial ministro de Economía de Juntos por el Cambio ataca constantemente las propuestas de Javier Milei y su propuesta de dolarización, incluso tratando de ridiculizar la idea de que no solo los ricos puedan acceder al dólar, si no que sea la moneda que se usa para todas las transacciones en el país.
Melconian propone en su lugar un sistema bimonetario donde las grandes transacciones se hagan en dólares, mientras que los sueldos, las jubilaciones y los planes sociales sigan siendo pagadas en pesos, lo cual ya ocurre en Argentina de manera informal.
Este sistema solamente beneficiaría a los ricos como Melconian que tienen sus ahorros dolarizados, por lo que no sufren los efectos inflacionarios del peso. Por el contrario, los salarios de la clase media y baja seguirán devaluándose en pesos.
Carlos Melconian es uno de los “buitres” que le hizo juicio al país
Según un reporte de El Disenso, en octubre de 2015, tan solo dos meses antes de la asunción de Macri y, por consiguiente, la asunción de Carlos Melconian como presidente del Banco Nación, el entonces asesor de Cambiemos se reunió con Paul Singer y Jay Newman.
Si bien durante la campaña de Cambiemos, negó rotundamente un acuerdo con los buitres, Melconian adelantó en Radio Mitre: “Hay que sentarse en el tribunal de Griesa y lo que él termine diciendo, hay que hacerlo“.
En su declaración jurada cuando entró al gobierno, Melconian tuvo que admitir por primera vez que había adquirió bonos argentinos con legislación norteamericana, con vencimiento 2008 y 2017. Invirtió en total que gastó $1.357.705,24 pesos en esa transacción y se perfiló como una de las tantas personas que podrían hacerle juicio a Argentina si había un default.
Y finalmente lo hizo. En 2008, Melconian demandó a la República Argentina como titular de US$ 772.268 dólares en bonos: unos US$ 647.268 dólares en títulos serie US040114GF14 emitidos en junio de 2001 y con vencimiento en 2008, y US$ 125.000 dólares en títulos serie US040114AR16 emitidos en 1997 y con vencimiento en 2017.
Representado por el abogado Marc S. Dreier, el Presidente del Banco Nación fue uno de los tantos demandantes, en acción conjunta con otros bonistas locales, dentro de la causa 10.656 del juzgado federal del Distrito Sur de Nueva York a partir del 6 de febrero de 2009.
No contento con criticar la propuesta de dolarización y actuar de que es un defensor de la soberanía monetaría argentina, Melconian fue uno de los “buitres” que intentó aprovecharse de la desastrosa situación financiera del país gracias a la existencia del Banco Central.
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