El ministro de Economía, Sergio Massa, junto a la secretaria de Energía, Flavia Royon, y el secretario de Comercio, Matías Tombolini, se reunieron este lunes desde el mediodía con las principales empresas de venta de combustible. A la salida, Royón hizo oficial que habrá un acuerdo de precios para el sector.
Del encuentro participaron Pablo González, presidente de YPF; Teófilo Lacroze, de Raizen (de la marca Shell), Marcos Bulgheroni (de PAE, de la red Axion Energy). Según confirmó el Gobierno, los combustibles integrarán el programa de Precios Justos durante cuatro meses con aumentos limitados al 4%, en los primeros tres meses y del 3,5% en el último.
“Habrá un tope de aumentos del 4% en diciembre, 4 en enero, 4 en febrero y 3,8% en marzo. Esto es muy positivo porque da una previsibilidad ante la incertidumbre”, dijo Royón a la salida de la reunión.
“Es parte del programa del ministro Massa para contener la inflación. Así que fue una charla muy producti9va. Participó YPF, Panamerican Energy, Raizen y Trafigura. Es parte justamente de que entre también el combustible, que es parte muy importante de la vida económica de todos los argentinos, al programa Precios Justos”, agregó la funcionaria.
Según detallaron voceros de Economía, es un acuerdo en el cual, además, el Estado se compromete a poner en garantía el acceso a divisas para las empresas, sobre todo para el abastecimiento de lubricantes, a reducir temporalmente impuestos en la importación de combustibles a los efectos de garantizar abastecimiento para los sectores del agro, sobre todo durante los meses de enero y febrero, son los más importantes.
“Estamos esperando el anuncio. Los estacioneros, las 5.000 estaciones de servicios con 65.000 puestos de trabajo no han sido invitados a la mesa de precios. Las estaciones evidentemente no son las que marcan los precios. La incidencia que tiene la actualización del precio de los combustibles en los productos de la canasta básica es la siguiente, cada 10% de aumento en los precios de los combustibles en la canasta tiene una incidencia de 0,4%”, dijo por su parte Gabriel Bornoroni, presidente de Cecha (Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina), antes de la reunión.
“Hace cuatro años que aumentan los precios de los combustibles menos que la inflación. En 2019 fue 43%; en 2020 25%; en 2021, 34%; en 2022 un 60%. Todos porcentajes que han sido menores que la inflación. A los combustibles no hace falta controlarlos. El Gobierno nacional controla YPF y luego YPF controla el precio final de todo el país porque tiene posición dominante”, aseguró el presidente de Cecha.
Serie de subas
El pasado 3 de noviembre, la petrolera YPF -y luego sus competidoras- aplicaron un incremento de 6% en los precios de las naftas y el gasoil. “Luego de este ajuste continuaremos monitoreando la evolución de las variables que inciden en la formación de precios, teniendo siempre en consideración las particularidades del contexto macroeconómico del país y la realidad internacional”, indicaron en ese momento.
En esta oportunidad el ajuste de precios en CABA fue de 5,9% en naftas y 7,9% en gasoil, levemente más alto que el ajuste promedio país, con el objetivo de reducir las brechas de precios entre CABA y el interior del país, en particular con las provincias del NOA, que subieron 1 punto porcentual menos que CABA.
Para explicar las recientes subas desde el sector señalaron que la devaluación acumulada desde el ajuste de los combustibles anterior -que fue en octubre pasado- había sido hasta noviembre de 6,8 por ciento. En noviembre aumentó el precio del etanol de caña (4,7%).
Para justificar las subas, también indicaron que hasta agosto pasado el ajuste de precio acumulado de las naftas interanual era de un 52% y el del gasoil del 74%, lo que da un promedio de 62%, mientras que muchas de las otras variables que inciden en la economía local tuvieron alzas mayores.
Por ejemplo, explicaron, los combustibles habían subido hasta entonces un 14,5% menos que el IPC del Indec de septiembre (76,8%); 55,6% menos que el aceite de girasol; 51,5% menos que las prendas de vestir; 27,8% menos que el bioetanol; y 22,9% menos que el pan.