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¡No alcanzan los billetes!

Por la suba de la tasa al 91%, el Banco Central deberá emitir casi un billón de pesos por mes para pagar intereses

Al pasar al 91%, es el monto que pagará por las Leliqs y pases depositados en el BCRA, que llegan a los 13 billones de pesos.

Por la suba de la tasa al 91%, el Banco Central deberá emitir casi un billón de pesos por mes para pagar intereses

El Banco Central tuvo que volver a subir la tasa de interés de política monetaria, acicateado por la corrida cambiaria de los últimos días y presionado por el Ministerio de Economía, que había dejado trascender que el endurecimiento monetario de la semana pasada, cuando el BCRA llevó la tasa del 78% al 81% luego de conocerse la inflación de marzo, tenía gusto a poco.

Para intentar dar una señal más contundente, el Central puso ayer la tasa en el 91% nominal anual, equivalente a una tasa efectiva anual del 141%. Esa tasa también la cobrarán a partir de este viernes los ahorristas que decidan hacer colocaciones a plazo fijo, hasta un límite de 30 millones de pesos.
Tasas positivas

“La decisión de la autoridad monetaria se basa en el objetivo de propender hacia retornos reales positivos sobre las inversiones en moneda local y de actuar para preservar la estabilidad monetaria y financiera” dijo el el organismo que conduce Miguel Pesce en su comunicado. Lo de tasa positiva se refiere a que el ahorrista tome en cuenta que si hace una colocación en pesos hoy, le estaría ganando a la inflación que, hoy, se proyecta a un año vista.

La tasa de interés positiva es una fuerte recomendación, para no decir exigencia, que el Fondo Monetario Internacional fijó en el acuerdo firmado por el Gobierno. La tasa de interés positiva era vista como un pecado, tiempo atrás, por el ministro de Economía Sergio Massa, y también por el secretario de producción, Ignacio De Mendiguren. Los archivos son implacables.
El archivo maldito

El 2 de agosto de 2019, pocos días antes de las PASO de ese año que hirieron de muerte al gobierno de Mauricio Macri, Massa escribió en su cuenta de Twitter. “Siguen apretando la soga del ahorcado. Más tasa de interés. Más timba. Menos crédito. Menos producción. En lugar de seguir pagando interés a los bancos deberían poner el esfuerzo en reactivar la economía”.

Por aquellos días la tasa de las Leliq rondaba el 70%, bien positiva porque ese año la inflación terminó en el 54%.

Ignacio de Mendiguren, en septiembre de 2017 se preguntaba: “¿Qué modelo es sustentable pagando un 27% de tasa de interés?” Ese año la inflación terminó en el 26%.

El torniquete monetario pretende contener la migración de pesos a dólares y tratar de influir también sobre la actividad económica para inducir una baja de la inflación. Es incierto, en el mediano plazo, que logre esos objetivos, pero en el equipo económico creen que es ineludible hacer el intento.

Lo de incierto es porque la demanda de pesos está en niveles bajísimos como reflejo de que quienes tienen pesos en su poder buscan sacárselo de encima lo antes posible, consumiendo -impulsando la inflación- o comprando dólares -dólar más alto.

La verdad es que la suba de tasas que anunció el BCRA acompañó a la suba de tasas que el Tesoro aceptó el miércoles para la parte de deuda en pesos no ajustable por inflación o por tipo de cambio, que llegó a 135% efectivo anual en la licitación de deuda.

Pero en el corto plazo la tasa más alta tal vez funcione. El blue bajó unos pesos ayer, a $ 468 y los dólares financieros retrocedieron por la intervención del Banco Central y organismos públicos en el mercado de bonos (ver página 4).

La suba de tasas no es gratis para el Banco Central, desde ya. El ajuste representa más emisión de pesos para pagar los intereses que devengan las Leliq y pases pasivos que tienen colocados los bancos. Es la liquidez esterilizada por el BCRA, para que esos pesos no circulen por la economía.

El stock sumado de Leliqs y pases pasivos está en los 13 billones de pesos. Esto quiere decir que cada 28 días el Banco Central deberá pagar cerca de 985.000 millones de pesos en intereses. Que luego deberá reabsorber.
Apuesta al "carry trade"

Con la tasa en 141% efectivo anual el Banco Central pretende que las grandes manos del mercado se queden en pesos haciendo ni más ni menos que “carry trade”, o, en términos del propio Massa, “timbeándose” en pesos confiando en que el tipo de cambio no se les escape. La cuenta es esta. Los depósitos a plazo fijo rendirán desde ahora cerca del 7,6% mensual. Si en ese lapso el tipo de cambio sube menos que el 7,6%, será una ganancia en dólares, mayor cuanto menos suba el tipo de cambio contado con liquidación, que es el que se toma como referencia.

El carry trade es una apuesta habitual del mercado. De hecho funcionó muy bien en la primera mitad de 2022, cuando la tasa de interés en pesos le ganó ampliamente al dólar. La cuenta se revirtió con la corrida que se inició pocos días antes de la salida de Martín Guzmán de Economía, en julio.

Hoy la incertidumbre volvió, acompañada por la aceleración de la inflación y la cuenta regresiva electoral. Podría decirse que la tentación por el carry trade no aparece hoy tan clara. Es un enigma que se irá develando en los próximos días.


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