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¿Sin techo?

Proyecciones: ¿A cuánto llegarán el dólar y la inflación en 2022?

A principios de año, las consultoras privadas estimaban el alza de precios anual cerca del 50%; hoy, se aceleran sus revisiones y la ubican entre 70% y 75%

Las metas fijadas hace menos de tres meses con el Fondo ya comienzan a estar en duda entre los analistas privados y el mercado financiero
Las metas fijadas hace menos de tres meses con el Fondo ya comienzan a estar en duda entre los analistas privados y el mercado financiero

En una economía tan volátil, las proyecciones de los analistas económicos varía casi diariamente. Sin embargo, en lo que se refiere al tipo de cambio, el consenso generalizado es que no habrá un salto abrupto del dólar. Según el informe de LatinFocus Consensus Forecast, la empresa que recopila las estimaciones de distintas consultoras y bancos, en lo que resta del año, la cotización oficial del tipo de cambio oficial se moverá 34% y finalizará a un valor de $157; es decir, a $212 el dólar turista, que tiene incorporado el impuesto PAIS y la retención a cuenta de Ganancias.

En lo que se refiere al tipo de cambio paralelo, el promedio de las consultoras cree que tendrá un aumento menor, de alrededor de 13%, y que finalizará el año a $227. En todos los casos, se observa que el dólar subirá menos que el resto de los precios de la economía, ya que los analistas en el informe esperan para este año una inflación de 63,2%. El relevamiento fue realizado antes de conocerse el dato oficial de inflación de abril, que fue 6%. Aun así, las estimaciones de los analistas crecieron 6,2 puntos porcentuales respecto a la anterior medición, cuando suponían que la inflación de 2022 iba a ser 57%.

La mayor inflación esperada, sin embargo, no afectó las proyecciones de crecimiento, donde las consultoras prevén, en promedio, un avance de la actividad del 2,8% para este año y de 1,8% para el próximo. Esto significa una mejora de 0,2 puntos porcentuales con relación a la medición anterior.

“Este año, la economía debería continuar expandiéndose, aunque a un ritmo más lento que el año pasado debido a una base de comparación más dura y una demanda interna más débil. La inflación elevada y los fundamentos macroeconómicos frágiles limitarán el crecimiento. Los riesgos al alza se derivan de los altos precios agrícolas y de la implementación oportuna del acuerdo con el FMI, aunque la formulación de políticas erráticas plantea un riesgo a la baja”, indicó LatinFocus Consensus Forecast.

Revisiones de inflación

Sin embargo, las consultoras privadas se están viendo obligadas a rever sus estimaciones de inflación para este año cada cierta cantidad de días, en vez de quincenas o meses como el año pasado. Al mismo ritmo que se acelera la suba de precios, crecen las revisiones y el porcentaje final para 2022. A fines de diciembre del año pasado, el relevamiento de expectativas de mercado (REM), elaborado por el Banco Central, daba una inflación de 54,8% para este año. En su último estudio, las consultoras que forman parte del análisis promediaron una inflación de hasta 65,7%, una suba de 10 puntos porcentuales en cinco meses. Varios economistas, por su parte, ya plantean un piso de entre 70% y 75%, luego de conocerse la inflación oficial de abril, la semana pasada.

Lo mismo ocurre en las proyecciones oficiales. El Gobierno pospone hace meses un amesetamiento. De acuerdo con funcionarios del área económica, marzo y luego abril debían ser meses de baja en la inflación. Finalmente, marcaron récords, con 6,7% y 6% de suba, respectivamente. Ahora, un funcionario de primera línea estima que habrá una caída sustancial en el porcentaje de mayo, a entre 3,5% y 4%.

Para las consultoras privadas, marzo y abril marcaron máximos y, si bien la inflación se desaceleraría en los próximos meses, la primera parte del año impuso un piso muy alto de oscilación para los precios.

“El escenario base hoy es de 70% para diciembre. Un escenario intermedio es si la inflación mensual promedio durante la segunda mitad del año se ubica en 5%, lo que implica un salto de 10 puntos más, hasta 80%”, explicó Claudio Caprarulo, economista de Anaytica.

El pronóstico de un techo en esta situación macroeconómica es muy difícil, admiten las consultoras, ya que en los próximos meses se vienen el impacto del aumento en tarifas y la activación de mecanismos de indexación, como las paritarias e incrementos programados en precios controlados por el Gobierno (entre ellos, los incluidos en planes oficiales como Precios Cuidados). Además, no se descarta que el Ejecutivo deba asistir con subsidios a sectores afectados por la guerra en Ucrania y la inflación mundial.

“Estamos ante un piso de 70% y 75%. Lo internacional podría ser un shock transitorio, pero eso depende de qué ocurra con los salarios y el tipo de cambio. La pregunta clave es en qué nuevo escalón se moverán los precios sin shocks. El año pasado fue 3%, ahora se intuye un nivel más alto. El segundo semestre debería estar entre 4% y 5% mensual”, explicó Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de la firma Equilibra.

Para algunos economistas, una de las causas más importantes de la incertidumbre a futuro, que dificulta el análisis y las proyecciones, tiene que ver con el efecto que los picos de marzo y abril tuvieron en las expectativas. “Se ha instalado un nuevo piso más alto del que había hasta hace poco tiempo. Hubo un cambio en nuestras expectativas, es difícil hacer pronósticos. El panorama está muy inestable. Creemos que va a terminar el año en 74%”, explicó María Castiglioni, de C&T Asesores Económicos.

Sin embargo, la experta destacó que se vienen meses complicados. En mayo se están registrando aumentos en salud y combustibles, en junio impactarán las tarifas y julio es uno de alta estacionalidad por las vacaciones, enumeró. “Probablemente se logre estabilizar, pero en niveles altos hacia diciembre”, agregó.

La “inflexibilidad a la baja” es un factor en el que coinciden los economistas. “Al escenario se le suma una expectativa por parte del mercado con respecto a si realmente es sostenible en el tiempo la política de reducción del déficit fiscal y la reducción del financiamiento a través de la emisión monetaria [al 1% del PBI, según el acuerdo con el FMI]”, dijo Damián Di Pace, analista económico de Focus Market.

Las metas fijadas hace menos de tres meses con el Fondo ya comienzan a estar en duda entre los analistas privados y el mercado financiero que siguen el día a día de las principales variables, pese a que Guzmán ratificó en su viaje a Washington que no se modificarán. El acuerdo se considera la principal ancla para frenar la inflación. Los especialistas consideran en que las medidas del Ministerio de Economía quedarán a mitad de camino a la hora de lograr ambos objetivo, sobre todo en el contexto de la guerra, que disparó los precios de la energía.


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