El FMI dio a conocer la letra chica de acuerdo al que llegó con el Gobierno. El entendimiento llega después de casi una semana de negociaciones para pautar nuevas medidas y así destrabar los desembolsos previstos para agosto y noviembre, en el medio de la escasez de reservas en dólares y la incertidumbre en los mercados.
La quinta y sexta revisión combinadas del acuerdo prevé una serie de políticas económicas para desembolsar los USD 7.500 millones pactados, siempre y cuando se cumplan las metas establecidas, que serán revisadas en una reunión en la segunda quincena de agosto. Paralelamente, estiman un segundo encuentro en noviembre.
Según el comunicado que difundió el organismo de crédito, la revisión y los desembolsos "tienen como objetivo apoyar los esfuerzos de políticas de Argentina y las necesidades de balanza de pagos a corto plazo, incluidas las obligaciones con el Fondo”.
El FMI reconoció que, desde la finalización de la revisión anterior, “la situación económica de Argentina se volvió muy desafiante debido al impacto mayor de lo previsto provocado por la sequía, que tuvo un impacto significativo en las exportaciones y en los ingresos fiscales”.
Qué dice el acuerdo con el FMI
Política cambiaria y monetaria
Una de las principales medidas fue la implementación de los dólares alternativos y el impuesto PAÍS para “alentar la liquidación de exportaciones y contener las importaciones en el corto plazo”, según el documento publicado por el FMI. Por tal motivo, estiman que “la tasa de crawl -en referencia al crawilng peg-continuará utilizándose para preservar la competitividad y respaldar los objetivos de acumulación de reservas”, que aumentaron USD 219 millones gracias a la implementación del nuevo dólar agro.
Estas medidas están destinadas a “sostener la demanda de pesos y hacer frente a la alta inflación”, según el organismo de crédito, por eso es que el Gobierno “continuará asegurando que las tasas de política monetaria se mantengan suficientemente positivas en términos reales”. Indicó que “la política monetaria seguirá siendo un instrumento clave para contener las presiones del mercado”, que durante esta semana generó una fuerte corrida cambiaria.
Política fiscal
La meta de déficit fiscal primario para 2023 se mantiene sin cambios en 1,9 por ciento del PBI. Alcanzar esta meta genera cierta preocupación por la gravitación de las exportaciones tras el impacto de la sequía. Por eso, “el cumplimiento de la meta requiere un mayor endurecimiento de la política fiscal en el segundo semestre de este año” a través de medidas “acordadas de ingresos y gastos, protegiendo los programas sociales y de infraestructura prioritarios”.
Ingresos: habrá impuestos sobre el acceso a divisas para bienes y servicios importados. Las nuevas medidas estarán destinadas a “movilizar la liquidación de exportaciones”, lo cual “ayudarán a compensar los menores derechos de exportación resultantes de la sequía”.
Gasto: actualizarán las tarifas de energía “para reflejar mejor los cambios en los costos de la producción”, También fortalecerán la asistencia social y habrá una mayor “racionalización” de las transferencias corrientes a las provincias y empresas estatales.
Estrategia de financiación
Las intervenciones en los mercados secundarios de bonos se centrarán en garantizar el funcionamiento normal del mercado para proteger el balance del BCRA.
Reservas
El objetivo es aumentar las reservas netas del Central de alrededor de USD 1.000 millones para fin de año, USD 7.000 menos que lo pautado en la cuarta revisión y estiman que esta acumulación de reservas sea respaldada por el ingreso de dólares “resultantes de la finalización de la primera fase del gasoducto” y por la “esperada recuperación de la sequía”.
“Agradecemos a las autoridades argentinas por las discusiones abiertas y constructivas en curso. También celebramos su compromiso de fortalecer el programa y tomar las medidas necesarias para asegurar la estabilidad macroeconómica de Argentina durante este período desafiante, marcado por la sequía sin precedentes como factor central”, firmó el FMI.