Pese a todas las críticas que Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa hacían contra la gestión del expresidente Mauricio Macri, la gestión kirchnerista se endeudó a un ritmo que duplica al del Gobierno anterior. Oficialmente el Ministerio de Economía confirmó que el stock de deuda pública llegó a los US$ 419.291 millones al término de octubre.
De esta manera, se acumuló un endeudamiento de hasta US$ 106.000 millones desde diciembre de 2019, prácticamente el doble en comparación con los US$ 47.100 millones del Gobierno anterior.
La deuda pública nacional alcanzó USD 419.000 M (millones), nuevo récord histórico.
— Esteban Domecq (@EODomecq) November 16, 2023
El gobierno que vino a terminar con los “ciclos de endeudamiento insostenible” aumentó la deuda en USD 106.000 M en cuatro años. Es el mayor endeudamiento durante un mandato presidencial.
Pero… pic.twitter.com/GK8VfKg9qF
Se registró un salto de US$ 12.687 millones solamente en octubre, el cual se explica exclusivamente por nuevo endeudamiento con el mercado local. Cada vez que el Estado se endeuda en el sistema financiero local, implica menos crédito para familias y para proyectos empresariales.
Y si bien la mayor parte de la deuda se tomó con el mercado doméstico, una gran proporción se ajusta por la inflación (no se puede licuar), y otra gran proporción se tomó en el extranjero.
La deuda externa creció en más de US$ 25.000 millones desde la vuelta del kirchnerismo al poder, mientras que la deuda interna ajustada por inflación alcanza a representar a más del 62% del total de la deuda nominada en pesos con instituciones locales.
En lo que va de la administración de Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía la deuda bruta creció en US$ 38.000 millones, bajo el período agosto-2022 y octubre-2023. El ritmo de endeudamiento se incrementó notoriamente en los últimos meses, debido al “plan platita” que el Ministro utilizó para tratar de posicionarse en las elecciones.
La deuda externa se incrementó en US$ 10.000 millones durante la gestión de Massa solo en 15 meses de gestión. Un total de US$ 4.500 millones de nueva deuda externa fueron suscriptos con organismos multilaterales de crédito. Entre ellos, el más importante fue el aporte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y en segundo lugar la CAF con el apoyo de Lula da Silva desde Brasil.
La mayor parte de estos créditos se utilizaron para cancelar obligaciones transitorias con el FMI, o para intervenir la cotización de los dólares financieros legales a discreción, algo que en la jerga kirchnerista se reconoce como “fuga de capitales” a base de endeudamiento. Todo esto ocurrió bajo el tutelaje del ministro Massa.