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Se hunde Massa: el dólar se disparó a $1.080 a 3 días de las elecciones

El tipo de cambio paralelo volvió a romper valores récord y la brecha cambiaria superó cómodamente el 180%.

Se hunde Massa: el dólar se disparó a $1.080 a 3 días de las elecciones

El Gobierno desplegó una serie de operativos sobre las principales cuevas financieras, con el objetivo de forzar una suerte de feriado cambiario hasta las elecciones. Por otra parte, intensificó la intervención del BCRA sobre la cotización del dólar MEP, aumentó la percepción de Bienes Personales para el dólar ahorro, y endureció las regulaciones para grandes operadores a través de la Comisión Nacional de Valores (CNV).

Pero el efecto de estas medidas a duras penas consiguió contener la corrida por un solo día, y a partir del jueves nuevamente los mercados mostraron una intensa volatilidad. El dólar paralelo llegó a venderse por hasta $1.080, y cerró el día en torno a los $1.061. De esta manera acumuló un aumento del 5,2% con respecto al cierre anterior, y la brecha cambiaria se acomodó fácilmente por encima del 180%.

El dólar Contado con Liquidación (CCL) volvió a romper la barrera de los $970 en el día jueves, mientras que el dólar MEP se situó por encima de los $906 impulsado por la incesante demanda minorista. El Banco Central no fue capaz de contener estas paridades, aún habiendo perdido más de 800 millones de dólares en lo que va del mes de octubre.

La insana cantidad de regulaciones, intervenciones y prohibiciones decretadas por el kirchnerismo fueron completamente inútiles para contener la corrida en el mercado cambiario. El Gobierno entró en pánico porque nuevamente enfrenta una situación de volatilidad a solo 3 días de las elecciones generales, y poco y nada puede hacer a estas alturas.

Se agotaron todas las herramientas para contener la devaluación, pero el proceso se abre camino por sí solo. Para postergar el salto devaluatorio del dólar oficial, el Gobierno unificó las cotizaciones del dólar tarjeta, qatar y ahorro en una sola (con más impuestos), y generalizó el sistema del “dólar soja” para la minería, la pesca, la industria automotriz, las petroleras de Vaca Muerta y las empresas pyme, habilitando un tope de liquidación de exportaciones de hasta el 25% por el CCL.

Todo esto trató de contener la salida de divisas del BCRA, pero la devaluación de agosto fue completamente erosionada por la inflación en menos de dos meses. El viceministro Gabriel Rubinstein negó rotundamente que el Gobierno fuera a devaluar a partir del 22 de octubre, pero realmente no se entiende cómo podrá llegar el tipo de cambio oficial fijo hasta el 15 de noviembre.

La brecha cambiaria se encuentra en los niveles más elevados desde el año 1989, la cantidad de pesos en circulación supera los 9.150 millones, y se aprobó una licitación para traer hasta 107 toneladas de billetes adicionales provenientes de Alemania, además de otros $2.000 millones de pesos elaborados en China para antes de fin de año.

El “plan platita” de Sergio Massa disparó el déficit fiscal en un 700% en septiembre, y amplió los desequilibrios por un monto equivalente al 1,3% del PBI. Ninguna de estas aplicaciones fue compensada por aumentos impositivos o por recortes en otras áreas del Presupuesto.

De hecho, la novena revisión del Presupuesto 2023 involucró una expansión por 714.000 millones de pesos, asignados con casi total discrecionalidad por el ministro Massa. La mayor parte de estas ampliaciones fueron directamente para financiar el despilfarro fiscal del kirchnerismo.


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