Con febrero llega la renovación del cupo de US$200 por persona para comprar dólar oficial, más los impuestos que lo encarecen 65%, para el atesoramiento o ahorro. La cotización sigue siendo la más barata del mercado, aun cuando sumó en enero un aumento de 5,87% y se encareció 43,70% desde comienzos de 2022.
En septiembre se agregó una nueva restricción, ya que el Gobierno anunció que aquellas personas que mantengan los subsidios en las tarifas de luz y gas no podrán acceder al dólar solidario o ahorro. A partir de esa medida cerca de 500.000 usuarios residenciales renunciaron a mantener la asistencia del Estado a través del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE).
El Gobierno explicó que el RASE permitió identificar a los usuarios que pidieron mantener subsidios de acuerdo con su ingreso familiar y situaciones particulares:
- Nivel 1: mayores ingresos y gente que no pidió su registración.
- Nivel 2: menores ingresos registrados. Provisoriamente, se incluirán beneficiarios de la tarifa social.
- Nivel 3: ingresos medios.
De esta manera, quienes se encuentren dentro de los niveles 2 y 3 estarán limitados en la compra de dólar ahorro.
Dólar ahorro: quiénes pueden acceder
El dólar solidario o ahorro se puede adquirir a través del Home Banking o a través de las sucursales de los bancos autorizados en el mercado de cambios, pero no todos pueden acceder.
Hasta ahora, están limitados a acceder al dólar solidario:
- Quienes compraron dólar MEP o CCL en los últimos 90 días;
- Quienes cobraron salarios a través del programa de Asistencia a la Producción y el Trabajo (ATP);
- Quienes cobran planes sociales o ayudas estatales como la AUH;
- Monotributistas que tengan en curso créditos a tasa subsidiada;
- Quienes no tienen sus ingresos declarados;
- Cotitulares de cuentas bancarias
- Quienes gastaron con tarjeta su cupo de U$S200 (incluye, por ejemplo, el pago de Netflix o Spotify en dólares);
- Aquellos que tienen un plan de pago a 12 cuotas por deudas con tarjeta de crédito;
- Quienes refinanciaron con bancos sus deudas por créditos personales, prendarios o hipotecarios;
- Beneficiarios del refuerzo de ingresos que se pagó en mayo y junio de 2022.
- Desde septiembre de 2022, además, se suman aquellos que reciben los subsidios estatales para el pago de las tarifas de luz y gas.