La economía del ministro Sergio Massa se cae a pedazos, y parece que ni siquiera va a llegar sin un estallido cambiario a las elecciones.
El “plan platita” está llevando al colapso del sistema cambiario y a un brutal estallido de los precios. La corrida contra el peso se materializó en todos los segmentos alternativos del mercado cambiario, tanto los legales como el paralelo.
El tipo de cambio del dólar blue rompió nuevo récord y se disparó hasta los $852 en la jornada del este miércoles. Son los valores nominales más altos de la historia, y ajustando por la evolución de los precios el tipo de cambio real llegó a los valores más altos desde octubre del año 2020.
En un solo mes el dólar paralelo escaló hasta 100 pesos y marcó un aumento del 13,7%, mayormente en línea con la tasa de inflación mensual. Este umbral superó cómodamente al rendimiento de los plazos fijos convencionales en pesos, que reportaron un rendimiento mensual del 9,5% en septiembre.
El segmento Contado con Liquidación (CCL) del dólar llegó a registrar una cotización de $900, actualmente liderando las paridades del dólar en los mercados legales. Por su parte, el dólar MEP se disparó por encima de los $750 y acumuló una brecha de casi el 12% con respecto al cambio paralelo (la más elevada desde el pasado 17 de agosto).
La mayor circulación de pesos precipitada por el despilfarro fiscal de Massa está generando más presión sobre los precios y sobre la corrida cambiaria. Cada vez más personas deciden abandonar sus posiciones en plazos fijos para migrar al dólar, o en su defecto acortan sus tenencias de pesos siempre que sea posible (incluso atesorando mercadería por adelantado en el caso de los comercios).
El tipo de cambio oficial sigue congelado, fijado en $350 para la venta mayorista y $366,5 para el segmento minorista. La brecha cambiaria con respecto al dólar paralelo escaló a casi 130%, y el sistema es abiertamente insostenible. La presión devaluatoria es cada vez más intensa, y todo indica que tendrá lugar en el último bimestre del año.
Tanto es así, que las estimaciones del Bank of America y Goldman Sachs sugieren que el dólar oficial tendrá que sufrir un aumento de por lo menos el 100% entre noviembre y diciembre. Esto luce aún más plausible si se tiene en cuenta que toda la devaluación de agosto ya fue prácticamente consumida por la inflación, al cabo de 30 días.
El índice de Riesgo País se disparó a los 2.700 puntos básicos, el valor más alto desde el “batakazo” en julio del año pasado. Las paridades de los bonos soberanos de Argentina se derriten en medio del clima de incertidumbre por las medidas de Massa y el resultado aún incierto de las elecciones.
