La inflación en los precios de los alimentos sigue alta, sostuvo el Banco Mundial en su último informe. Pero más en los países de ingresos bajos y medios. Así, Venezuela (414%), el Líbano (304%) y Zimbabwe (256%) lideran los incrementos. Pero la Argentina (118%, con el dato de mayo) está en el cuarto puesto en este ranking, seguida de Surinam (71%).
El organismo multilateral considera el grupo de países con inflación más alta en alimentos a partir de 30% interanual. El “top ten” lo completan Egipto (66%), Sierra Leona (56%), Turquía (54%), Ghana (52%) y Haití (48%).
En los países “ricos” ya no queda ninguno con una inflación de alimentos mayor a 30%. Hasta mayo solo Hungría -que ahora está en 29%- formaba parte de ese grupo.
Argentina está con Venezuela, Líbano, Turquía y Surinam en los países de ingreso medio alto y alta inflación.
Hay otro ranking en el que Argentina no tiene tanto peso y es el de los mayores incrementos “reales” de los alimentos, es decir, descontada la inflación. En este grupo los alimentos crecen mucho más que los precios en general, lo que no sucede localmente, donde van a la par o los superan, En este listado, los primeros puestos son para Zimbabwe, Líbano, Egipto, Turquía, Ruanda, Burundi, Lao, Sierra Leona, Reino Unido y Grecia.
Justamente, la desaceleración de la inflación de junio en la Argentina, que fue de 6%, se explica en gran medida por la menor suba de los precios de los alimentos, el rubro que tiene la mayor incidencia en el índice de precios al consumidor, con un peso de 23,4%.
Al igual que, el índice general de los precios minoristas, el rubro viene desacelerándose en los últimos dos meses: 10,1% en abril, 5,8% en mayo y 4,1% del mes pasado, la menor suba en 20 meses.
Según explican los economistas, la desaceleración tiene que ver con las variaciones de los productos estacionales, como frutas y verduras, y también con cierta estabilidad en los precios de la carne, que tuvo alzas sensiblemente inferiores a la de los meses anteriores (acumulan 71% en un año versus 115,6% del IPC general). Esto hizo que la inflación de los alimentos bajara de 117,8% en mayo a 116,9%.
