Los duros datos de incremento de pobreza al pico del 39,2% y la indigencia de 8,1% que informó el Indec expusieron crudamente un fracaso en las políticas económicas llevadas adelante por el Gobierno, el fuerte golpe de la crisis y una crisis al proyecto reeleccionista de Alberto Fernández.
En la Casa Rosada analizaron como un fuerte golpe los datos de que hoy en la Argentina hay 18.679.605 de pobres y 3.859.816 millones de indigentes. Quizás la cifra del Indec pegó más que los datos de inflación por tratarse de un gobierno que hizo de la lucha contra la pobreza una bandera sustancial de su programa económico.
Arribado a Buenos Aires de Estados Unidos y con datos que le arrimaron de antemano del Indec, el Presidente alcanzó a sostener públicamente que su preocupación "no pasa por ser reelecto, sino que la Argentina no retroceda a poner en el Gobierno a quienes nos condenaron a esta deuda maldita". Una suerte de muerte anticipada del plan de reelección y un tiro por elevación al macrismo, sin resabio de autocrítica.
El próximo dato sobre la pobreza se conocerá dentro de seis meses. Más precisamente, 25 días antes de las elecciones presidenciales del 22 de octubre. Y ante la inflación disparada, nada indica que la pobreza medida por ingresos vaya a caer.
Los albertistas puros del Gobierno dicen por lo bajo que "nada está dicho hasta el final" en materia de candidaturas. Pero gran parte del Gobierno y del Frente de Todos analizaba esta tarde, con los números de pobreza en mano, que el proyecto reeleccionista de Alberto Fernández está prácticamente acabado.
Nuevos pobres
Al incremento de pobreza que vuelve a cifras históricas se le debe sumar un 20% de gente de clase media que, como informó el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, es el nuevo estrato social que se empobreció por diferentes motivos que hacen a la inflación, el desempleo y la informalidad laboral.
Desde la Casa Rosada no admitían hasta ahora errores en la política económica que da como resultado el 39,2% de pobreza. Hubo silencio absoluto en las últimas horas. Pero todas las miradas apuntaban a los ministros de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz y de Economía, Sergio Massa.
El ex ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, comentó a El Cronista que la suba de la pobreza obedece a "un aumento en los precios de alimentos, la novedad de nuevos pobres que están en el universo del trabajo formal pero no llegan a cubrir los 177.000 pesos mensuales de la canasta básica de alimentos, el crecimiento de la informalidad laboral y el endeudamiento de las familias".
Desde esa lectura del ex funcionario del gobierno y diputado del Frente de Todos hay una tibia señal de autocrítica por medidas económicas insuficientes y una política social que no dio respuesta a la población empobrecida.
Paradojas de la política oficialista: el Gobierno se jactó hasta ahora de llevar adelante los mayores programas sociales de la historia argentina, como el Plan Tarjeta Alimentar que cuenta con más de 2 millones de beneficiarios y el Plan Potenciar Trabajo con 1,2 millones de beneficiarios.
Planes sociales
Ayer, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi dejó un informe de la gestión de Alberto Fernández que menciona que este año se invirtieron en el plan Potenciar Trabajo $33.871 millones. Y que la Tarjeta Alimentar llega a 14.295 comedores escolares.
También se supo que el Registro de barrios populares cuenta con 5687 villas miseria en todo el país, otro aumento de la pobreza visto en términos de vivienda.
El diputado del Frente de Todos y referente de los movimientos sociales kirchneristas, Juan Carlos Alderete dijo sin vueltas: "las políticas sociales fracasaron porque los planes sociales hoy no están vinculados a la producción y el empleo". Más aún, destacó que los planes "son una herramienta de precarización laboral y han reemplazado los trabajos de los empleados públicos".
¿Una indirecta a la ministra de Desarrollo Social que no logró aun destrabar los programas sociales hacia el empleo genuino y persiste en la subvención plena?
En el Ministerio de Tolosa Paz nadie quiso hablar. Resuenan allí las críticas de los piqueteros duros que objetan a la ministra por un reparto inequitativo de los fondos sociales y la baja de programas de manera aleatoria.
El director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, Agustín Salvia, expresó a El Cronista que los datos del Indec muestran "un cambio de ciclo de la pobreza con tasas altas y nuevos pobres".
El último informe de la UCA del año pasado ya alertaba sobre la falta de respuestas de la política social encarada por el Gobierno en los últimos años. El crecimiento económico anunciado por la Casa Rosada no se derramó hacia abajo.
"La proporción de hogares perceptores de programas sociales evidencia una tendencia ascendente a lo largo del período analizado (2010-2022), dando cuenta -cada vez más- del papel del Estado para satisfacer necesidades básicas de los hogares y la población", dice el documento. Aunque en los hechos, el resultado de reducción de pobreza no se ajustó a los preceptos esperados.