Comenzó un nuevo año y una nueva oportunidad para reflexionar sobre el pasado, ordenarnos y pensar nuestros objetivos para el futuro. Entre ellos puede aparecer la idea de repensar nuestros hábitos alimenticios y buscar algunas formas de innovar en nuestros menúes.
También es posible que con los excesos de las fiestas, estemos buscando algunos platos frescos, fáciles y livianos para combatir la pesadez y la inflamación que pueden causar las bebidas alcohólicas, los dulces y las harinas.
Cualquiera sea el caso, no hay nada mejor que una ensalada para comer rico y sano sin complicarse la vida y sin gastar de más, aunque hay algunos tips e ideas para tener en cuenta y llevarlas al próximo nivel.
Brócoli, atún y porotos blancos
La base de nuestra ensalada serán estos tres ingredientes: el brócoli como verdura, el atún como proteína y los porotos como carbohidrato. Además, podemos agregar cebolla morada picada para mayor frescura y algo de crocancia, huevo duro, que aporta color y sabor, y podemos jugar con algún elemento más, como zanahoria rallada, ajos asados y/o nueces.
Colocar todos los ingredientes cortados en un bol grande y aliñar con sal, pimienta, juego de limón, aceite de oliva. Mezclar bien y disfrutar.
Ensalada caprese con pasta
Es una opción vegetariana. Nuestro hidrato será la pasta elegida, la proteína será el queso y los tomates cherry y la albahaca serán las verduras. Se puede agregar palta cortada, pesto, aceitunas, berenjenas asadas y hasta pollo si se desea.
Condimentar con aceto balsámico o aliño a elección. Incluir sal marina, vinagre y aceite de oliva es una gran opción.
Champiñones, espárragos y pollo
Cortar y dorar los champiñones y el pollo en una sartén con aceite de oliva. Blanquear los espárragos en agua hirviendo, retirar y dorar también en la sartén. Dejar entibiar en una ensaladera. Agregar hojas de espinaca cruda, queso en hebras, croutons y semillas.
Condimentar con aceite de oliva, sal, ralladura y jugo de limón, pimienta y ajo en polvo.