En el contexto actual, donde el cuidado del bolsillo se vuelve una prioridad, cada vez más consumidores optan por explorar cortes alternativos de carne como una forma de reducir gastos sin sacrificar el sabor en sus recetas. En este sentido, existe un corte vacuno poco conocido y económico que permite hacer el famoso “flat iron steak” norteamericano.
Se trata de una pieza que se extrae de la paleta de la vaca y que, aunque no suele ser tan solicitada como otros cortes tradicionales, ofrece una combinación perfecta de terneza y sabor. Su versatilidad la convierte en una opción ideal para la parrilla, el horno o la olla.
La opción en cuestión es la punta de paleta, un corte menos conocido, pero que resulta ideal para quienes buscan una alternativa económica sin perder sabor. En Argentina, se obtiene de la marucha, una res que, al ser limpiada adecuadamente, ofrece una pieza tierna y jugosa, perfecta para preparar desde parrilladas hasta guisos.
Pero aunque no siempre se encuentra en el mostrador de la carnicería, se puede pedir directamente al vendedor, quien la tendrá disponible bajo solicitud. Es un corte poco tradicional, resultado de un trabajo muy minucioso del carnicero sobre la marucha, al quitarle gran parte de fibras y tejidos para obtener un filete gustoso, húmedo y delicioso.
Su textura es suave, lo que la convierte en una excelente opción para cocinar sobre las brazas. De hecho, uno de los platos más reconocidos que se pueden preparar con este corte es el "flat iron steak", un corte que, al ser correctamente preparado, ofrece una experiencia similar a la de los cortes más caros, pero a un número más accesible.
Receta de Flat Iron Steak a la parrilla
Ingredientes:
1 kilo de marucha limpia o punta de paleta
2 dientes de ajo picados
1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharadita de pimentón dulce
1 cucharada de mostaza
1 cucharadita de romero fresco o seco
Sal y pimienta al gusto
Jugo de 1 limón
1 cucharadita de azúcar
Preparación:
-Conseguí una pieza de punta de paleta o marucha bien limpia, sin fibras ni tejidos duros, ideal para lograr el corte conocido como flat iron. Si no la ves en el mostrador, pídesela al carnicero, que seguro puede preparártela.
-Mezclá en un bol, aceite de oliva, jugo de limón, ajo picado, una pizca de pimentón, sal, pimienta y, si querés, un toque de mostaza. Esto va a ser el adobo que le dará el sabor característico a la degustación. Untá toda la carne con esta mezcla y dejala reposar unos 20 o 30 minutos para que tome bien los sabores.
-Mientras tanto, prepará la parrilla. Asegurate de que las brasas estén listas, con un fuego medio-alto para que la carne se dore rápido y quede jugosa por dentro. Colocá la pieza en la parrilla caliente y cocinala de 5 a 7 minutos por lado, dependiendo del grosor. Es importante no pincharla ni moverla demasiado para que no pierda sus jugos.
-Retirá el corte del fuego y dejalo reposar unos minutos antes de cortarlo. Esto permite que el líquido se redistribuya y la carne quede bien tierna. Cortá el flat iron en tiras finas, siempre en contra de las fibras para resaltar su textura. Servilo con unas papas al horno o una buena ensalada criolla para un plato bien argentino y lleno de sabor.