Si hay algo que no falla a la hora de la merienda es el clásico budín de dulce de leche, ese que, con cada bocado se derrite en la boca. Su textura es suave, húmeda y tiene un sabor inconfundible que solo el dulce de leche puede lograr. Esta preparación es ideal para compartir con unos mates o para guardar en la heladera y tener siempre algo rico a mano.
Hacer este budín de dulce de leche es muy simple. Se mezclan 400 gramos de dulce de leche con 200 ml de agua caliente y 50 gramos de manteca derretida. Una vez que todo se une bien, se suma una cucharadita de esencia de vainilla. Después, se incorpora la harina leudante, mezclando con espátula hasta lograr una masa sin grumos. Se hornea a 180ºC por unos 40 a 50 minutos.
El resultado es un budín de dulce de leche que podés desmoldar una vez que esté templado. Si querés darle un toque más lindo, podés espolvorear con azúcar impalpable. Este budín de dulce de leche es una opción práctica, deliciosa y tan versátil que siempre vale la pena tenerla a mano. Es una receta tan fácil como deliciosa, ideal para disfrutar en cualquier momento del día.