Los buñuelos de acelga son de los platos más ricos, pero menos presentes en las dietas diarias. En las redes sociales, todos los días, podemos ver cómo los foodie lovers comparten recetas, pero parecen haberse olvidado de esta pequeña exquisitez.
Para lograr un buen platón de buñuelos de acelga, deberás seleccionar muy bien los vegetales que vas a usar y dejarte llevar por la receta. Tené en cuenta que podés agregar o intervenir la receta a tu gusto, como, por ejemplo, agregar jamón picado, reemplazar la acelga por espinaca y así sucesivamente.
Ingredientes
1 atado de acelga
2 huevos
1 diente de ajo
100 g de harina leudante
Queso rallado
Leche c/n
Sal, pimienta y mostaza
Modo de preparación
Lavá muy bien las hojas de acelga y seleccionalas, para descartar las que puedan estar en mal estado.
Picá el ajo finamente y luego las hojas de acelga. En un bol, batí los huevos enérgicamente para formar espuma y de esa forma lograr buñuelos de acelga más esponjosos.
Condimentá la preparación de los buñuelos de acelga con sal y pimienta a gusto; podés agregar mostaza y otras especias para realzar sabores. En este paso, agregá el ajo.
Sumá a la preparación la acelga picada, la leche (la cantidad necesaria para que no quede aguado o pastoso) y la harina previamente tamizada.
Mezclá todo para que quede una masa ligera, pero no aguada. La acelga debe estar bien integrada para conseguir buñuelos bien perfectos y sabrosos.
Prepará una cacerola o una sartén profunda con aceite para freír. Cuando esté bien caliente, tomá con una cuchara porciones de la preparación para cocinar los buñuelos de acelga.
Freí durante cinco minutos y retiralos. Dejá escurrir el excedente de aceite y recordá que no debés pinchar los buñuelos de acelga durante la cocción.
Serví los esponjosos buñuelos de acelga con puré o con ensalada. Es una buena idea para planificar un menú semanal. Además, podés conservarlos en el freezer y calentarlos para consumirlos luego.
Los buñuelos de acelga se acompañan muy bien con mayonesas caseras, por lo que son ideales para servir en una picada o incluso para hacer sándwiches. Es una crujiente delicia vegetariana que puede convertirse en algo apto para veganos, celíacos e incluso para omnívoros.
