Sin lugar a dudas, la cebolla es un producto amado y odiado a la vez. Su sabor la convierte en una de las verduras más utilizadas en la gastronomía argentina, pero el mar de lágrimas que provoca cortar y picar una te sumerge en toda una experiencia que no quieres volver a repetir. Justamente, si tu intención es cocinar con cebolla pero sin llorar en el intento, estos trucos recomendados por expertos gastronómicos te ayudarán a no llorar nunca más, al menos por una cebolla.
Antes de hablar de las recomendaciones, es importante saber porqué una cebolla nos hace llorar, esto se debe particularmente a su composición química, ya que la misma contiene azufre y al momento de cortar la cebolla se produce una reacción en la cual se liberan los compuestos del azufre dando paso a una enzima llamada alinasa. Esta enzima transforma los compuestos del azufre en un gas llamado factor lacrimógeno de cebolla, este gas volátil se dispersa rápidamente en el aire. Cuando este gas llega a los ojos, se disuelve en la película lagrimal y se convierte en ácido sulfúrico, una sustancia irritante. Como respuesta a todo esto nuestro cuerpo produce lágrimas en exceso para protegerse de este gas.
Cuáles son los trucos para picar una cebolla y no llorar
Freezar la cebolla: minutos antes de picar la cebolla podés guardarla en el congelador de tu heladera, esto evitará la difusión del gas y reducirá los niveles de irritación que provocan el lagrimeo.
Bajo el agua: picar la cebolla dentro de un recipiente con agua es otra opción que podés aplicar ya que de esta forma evitás el contacto con la alinasa y lo que esto desencadena posteriormente.
Prender una vela: picar una cebolla al lado de una vela encendida ayuda a que el fuego absorba este gas irritante que entra en contacto con los ojos y la naríz.
Ventilar la cocina: Abrí una ventana o encendé un extractor de aire para eliminar el gas irritante de la cocina.