Para esos momentos en donde tenemos ganas de cocinar algo simple y rápido, los crepes son la opción ideal. Además de ser superfáciles de cocinar, tienen un sabor único.
Se trata de un plato que puede prepararse como desayuno, merienda o postre. También, los fanáticos de lo salado suelen prepararlo para el almuerzo o cena. Sin dudas, las posibilidades para cocinar estas tortitas son infinitas.
Se podría decir que es la receta ideal para aquellos que no tienen tanta maña con la cocina. Para preparar estos crepes, solo hay que seguir algunos pocos pasos, y contar con ingredientes básicos en la heladera.
Una pregunta que muchos se hacen, a la hora de preparar este plato, es con qué conviene acompañarlo. Lo cierto es que suele servirse con ingredientes muy variados, dulces o incluso salados.
Los amantes de lo dulce tienden a rellenar sus crepes con chocolate fundido, crema de cacao, caramelo, mermelada o dulce de leche. Por otro lado, están los que prefieren darle un toque fresco y eligen agregarle alguna fruta, tales como la banana, frutilla, kiwi o manzana.
En cambio, quienes prefieran comer un crep salado, lo pueden rellenar con cremas y quesos untables, diferentes tipos de fiambre, salmón ahumado o incluso acompañarlos de una sencilla ensalada de tomates y rúcula.
En el caso de que quieras comerlo para cenar o almorzar, podés rellenarlos con crema de champiñones y pollo, con revuelto de setas y gambas, pollo con guacamole o incluso enrollarlos con salsa boloñesa y hacer unos canelones gratinados con queso.
Ingredientes
- 2 huevos
- 30 gramos de azúcar
- Una pizca de sal
- 100 gramos de harina
- 200 milímetros de leche
- Un poco de esencia de vainilla (opcional)
- 2 cucharadas de mantequilla
Receta de crepes: el paso a paso
- Para comenzar, en un bol, añadimos los dos huevos y batimos con unas varillas. A continuación añadimos la leche, el azúcar, una pizca de sal y un chorro pequeño de esencia de vainilla.
- Una vez que ya estén todos los ingredientes dentro del bol, batimos bien hasta crear una mezcla homogénea.
- Luego, añadimos la harina a la mezcla, tamizándola con un tamizador o colador. Vamos añadiendo poco a poco la harina sin dejar de batir, intentando evitar que queden grumos.
- Ponemos el fuego una sartén antiadherente y esparcimos un poco de mantequilla por la superficie. Cuando esté caliente, echamos una porción de masa en el centro (unos 60 ml) y giramos rápidamente para extenderla por toda la superficie, sujetando la sartén fuera del fuego con la otra mano.
- Por último, cuando veamos que comienzan a salir pequeñas burbujitas en la masa, es el momento de darle la vuelta.
Importante: hay que tener en cuenta que cada crepe no debe estar al fuego más de 2 minutos o se quemará.
