Con apenas un huevo como base, vas a lograr que estas galletitas tengan una textura crocante por fuera y tierna por dentro que te va a sorprender. Son dulces, sabrosas y tienen ese gustito casero que conquista desde el primer mordisco.
Además, llevan coco rallado, jugo y ralladura de limón, lo que les da un aroma fresco y una onda única que levanta cualquier desayuno. Si tenés ganas de mimarte un poco sin complicarte, esta receta es ideal para vos.
Lo mejor de todo es que son fáciles de preparar, no necesitás ser experto en repostería ni tener una cocina de revista llena de utensilios. Con ingredientes simples y un ratito de horno, vas a tener una tanda generosa de galletitas que rinde un montón. Estas masitas son perfectas para acompañar un mate, un té o una taza de café y también se bancan de diez en un frasco para picar durante el día. Tienen ese equilibrio justo entre dulzura y acidez que las hace irresistibles.
Ingredientes
1 huevo
100 g de azúcar
50 cc de aceite
3 cdas. de jugo de limón
Ralladura de limón
1 chorrito de esencia de vainilla
15 g de coco rallado
250 g de harina 0000
1 cdta. de polvo para hornear
1 pizca de sal fina
Preparación
En un bol, colocá el huevo junto con el azúcar, el aceite, el jugo y la ralladura de limón. Agregá un chorrito de esencia de vainilla y mezclá bien.
Sumá el coco rallado, la harina, una pizca de sal y el polvo de hornear. Integrá todo hasta formar una masa. No hace falta amasarla, solo ayudate con las palmas de las manos para que tome cuerpo.
Guardá la masa en una bolsa y dejala descansar media hora en la heladera.
Pasado ese tiempo, enhariná la mesada y estirá la masa hasta que tenga un centímetro de espesor.
Con un cortante, hacé las galletitas y acomodalas en una placa enharinada. Cocinalas en horno a 200 °C durante 15 minutos.
Listas estas galletitas dulces para disfrutar a cualquier hora del día.