La receta del tiramisú es un clásico italiano que nunca pasa de moda, pero ahora te proponemos una opción sencilla que se realiza en pocos pasos y con un ingrediente secreto que puede sorprender a más de uno.
La receta original del tiramisú implica la mezcla de yemas de huevo y azúcar, junto con mascarpone y una gota de Marsala para conseguir la clásica crema de tiramisú, que debe ser intercalada con galletitas empapadas de café para obtener el postre final.
Ingredientes para realizar el tiramisú:
4 yemas de huevo.
1 taza (200 g) de azúcar.
1 taza (240 ml) de café fuerte, frío.
1 taza (240 ml) de crema para batir.
250 g de queso mascarpone o queso crema.
1 paquete de vainillas.
Ingrediente secreto: cacao en polvo para espolvorear.
El paso a paso de la receta del tiramisú
Preparar una taza de café fuerte y dejar enfriar completamente.
En un bowl, batir las yemas de huevo con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y homogénea. Incorporar el queso mascarpone (o queso crema) a la mezcla y batir hasta que esté suave.
En otro bowl, batir la crema para batir hasta que forme picos suaves.
Agregar la crema batida a la mezcla de yemas y queso de forma suave y envolvente hasta obtener una crema uniforme.
Sumergir brevemente las vainillas en el café frío e ir armando capas alternando con mezcla en un molde.
Poner en la heladera el tiramisú durante al menos 4 horas o preferiblemente durante toda la noche para que los sabores se mezclen.
Las diferentes leyendas acerca de la historia del tiramisú:
La primera la encontramos en la Toscana y cuenta que el tiramisú se inventó en Siena debido a la visita del Gran Duque Cosimo III De Medici: en ese momento el postre se llamaba “sopa de duque”. Más adelante, en Piamonte, precisamente en Turín. Se dice que este postre fue inventado por Camillo Benso, conde de Cavour, para posteriormente llegar a Emilia Romagna con el escritor de Forlì Pellegrino Artusi, quien en su libro “La ciencia en la cocina y el arte de comer bien”, describió una receta similar pero sin mascarpone, reemplazado en este caso por manteca.
La segunda se origina en Treviso, inicialmente llamado “Tiremesù”, a finales de los años 60 en el restaurante “Le Beccherie” gracias a la idea del chef pastelero Loly Linguanotto de volver a recuperar un postre típico de la cocina veneciana, el Sbatudin, una mezcla de yemas batidas con azúcar.
La tercera es la que tiene más veracidad. Esta receta se origina en Friuli Venezia Giulia y posiciona al Tiramisú en el hotel-restaurante Roma en Tolmezzo durante la década de 1950 .
