A veces tenés antojo de algo dulce, pero las ganas de salir a buscar algo a la panadería no aparecen. Mirás la fruta en la heladera y es demasiado saludable o aburrida para lo que estás buscando. Te preguntás por qué no compraste un chocolate en lugar de una manzana, o un pote de dulce de leche. Sin embargo, todavía te queda una carta. ¿Tenés azúcar? ¿Tenés harina? ¿Tenés manteca? Listo, estás salvado.
Con un tiempo muy corto de preparación podés armar este postre facilísimo, delicioso y rendidor que te va a salvar la tarde. También es ideal para quedar bien si prometiste llevar algo dulce a algún evento familiar o con amigos y no compraste nada.
Existen varias versiones que combinan los elementos de este dulce de diferentes maneras. Por ejemplo, existe en forma de tarta, con una base de masa quebrada o de galletitas trituradas, y lleva el nombre de "streusel".
Esencialmente, es lo mismo, ambos formatos constan de un relleno de fruta cortada y salteada con azúcar hasta caramelizar, cubierto con una fina capa del crocante arenado de azúcar, harina y manteca que se gratina en el horno.
Se puede innovar con distintas frutas para el relleno, como bananas, peras, duraznos, y hasta un mix de frutos rojos. También se puede agregar dulce de leche, nueces, almendras, semillas, o casi cualquier otro ingrediente que se te ocurra que pueda quedar bien.
En el caso del arenado, suplantar una parte de la harina por avena aportará mayor cantidad de fibra, lo que ayuda a balancear la digestión de los demás alimentos procesados. En este sentido, mantener la cáscara de la fruta o reemplazar la harina blanca por una opción integral también es una buena idea.
¿Cómo preparar un crumble de manzana?
Para un postre que rinda 12 porciones vas a necesitar:
Para el relleno
4 o 5 manzanas
1 cucharada de jugo de limón (opcional)
Media taza de azúcar blanca, mascabo o morena (la que tengas)
Canela a gusto
Para la cobertura crumble
1/2 taza de harina
1/2 taza de avena
1 taza de azúcar
1 taza de manteca
Preparación
Precalentar el horno a 180°C. Quitar el carozo a las manzanas y cortarlas en cubitos o en rodajas. Pelarlas es opcional.
En una sartén a fuego medio con una cucharada de manteca verter las manzanas cortadas, la canela y la media taza de azúcar. Revolver suavemente hasta que el azúcar se derrita y las manzanas queden embebidas en el caramelo. Retirar del fuego y colocar sobre un molde de horno enmantecado.
En un bol mediano, mezclar la harina, el azúcar y la avena. Usando un cortador de masa, mezcle la manteca hasta que toda la mezcla se integre y quede una masa arenosa. Usar los dedos para hacer este paso logra mejores resultados.
Espolvorear la cobertura de crumble de manera uniforme sobre el relleno de manzana que estaba reservado en la fuente para horno. Hornear durante 45-50 minutos, o hasta que los bordes estén ligeramente dorados y burbujeantes.
Servir tibio, solo o con una cucharada de helado de vainilla.
