Cuando se requieren recetas sencillas y rápidas, los huevos rancheros son una opción infalible que gusta a todos y se preparan con productos económicos que seguramente tenés en casa o podés comprar en el supermercado del barrio por pocos pesos.
En rangos generales, podemos decir que consiste en huevos “estrellados” sobre una clásica tostada o rodaja de pan fresco, bañada con una salsa casera de tomates, morrones y otros vegetales finamente picados y fritados en un poquito de aceite.
Además, dado que es un menú bien típico de México, se los suele acompañar con un puré de palta y pico de gallo, un aderezo típico de Centroamérica que se hace a base de cebolla y morrones de distintos colores, como si fuera una salsa criolla argentina.
Otra virtud de esta sencilla preparación es que puede ser utilizado como alimento principal del desayuno, almuerzo, merienda e incluso la cena. Asimismo, existe la posibilidad de guardarlo en un taper hermético apto para heladera y así descongelarlo para cuando lo necesites.
Receta de huevos rancheros con ingredientes económicos
Cantidades para dos personas/comensales:
2 huevos.
4 tomates maduros.
1/2 cebolla.
1 diente ajo.
1/2 morrón verde.
1/2 morrón rojo
Cantidad necesaria de aceite.
Sal y pimienta a gusto.
Orégano, pimentón dulce o la especie que más te guste para condimentar.
2 rodajas de pan.
El paso a paso para preparar huevos rancheros en pocos minutos
1- Para empezar, cortar los tomates, la cebolla y los dos morrones en cubitos; picar la cabeza de ajo; y moler la pimienta en grano. Reservar todos los ingredientes de manera individual para luego ir incorporando a lo largo de la receta.
2- En una sartén, poner un chorrito de aceite y dejar calentar. Rogar la cebolla, los morrones y el ajo hasta que queden blanditos y agregar los tomates. A medida que se hace la preparación, ir revolviendo y condimentar a gusto con sal y pimienta.
3- Condimentar con orégano, pimentón dulce o la especie que más te guste para aromatizar tus recetas. Dejar cocinar por algunos minutos hasta formar una salsa clásica tipo pomarola, pero bien sabrosa. Cuando el líquido hierva, corremos de la hornalla o bajamos el fuego a mínimo.
4- Sumar los huevos con mucho cuidado para que no se rompan y dejar cocinar como si fueran “fritos”, pero en jugo de cocción. Cuando estén en su punto justo, apagar la temperatura y dejamos enfriar por unos minutos.
5- Calentar pan o hacer tostadas y poner como base del plato. Incorporar la salsa por arriba y sellar con el huevo “frito”. Decorar con verdura fresca como perfil o cebolla de verdeo. Otra gran alternativa es colocar unas láminas de palta o cubitos de queso.