A días del regreso de MasterChef (Telefe), Elba Rodríguez (32), la ganadora de la primera edición que tuvo el reality en Argentina, reapareció en los medios, contó detalles de su presente y sorprendió con sus declaraciones.
La cocinera de 32 años, quien hace 9 años saltó a la fama y se consagró en el mencionado ciclo por su recordada sopa de maní, sigue conectada a la cocina así como también continúa con su puesto en la Unidad de Pronta Atención de Wilde, en el partido de Avellaneda.
"De lunes a viernes estoy trabajando en un canal de televisión, en Unife, haciendo cocina en Viva la vida (de 9 a 13) que es un magazine y hago lo que más me gusta que es cocinar", contó Elba en su paso por Entrometidos (Net TV, lunes a viernes a las 17), el ciclo de Carlos Monti.
Y continuó relatando: "Y los fines de semana sigo trabajando en la guardia de la Unidad de Pronta Atención de Wilde, donde estoy hace ya 10 años".
Entonces, la ex estudiante de enfermería que con solo 23 años se ganó el corazón de todos los televidentes de Telefe, precisó sobre su puesto en el mencionado centro de salud: "Tengo ese compromiso con la gente, con los pacientes. Hago todo lo que es trabajo administrativo, ingresos, derivaciones, obra sociales y si necesitás una cama voy y hago todo lo necesario para que te la den".
Rodríguez, quien vive con su familia en Ingeniero Budge, tiene una hija de 7 años, Agustina, y dos mascotas que la acompañan para todos lados en su casa: dos cabras llamadas Chepi y Ramoncito, sigue conectada con su público a través de las redes sociales.
"Con la pandemia tuve que bajar un cambio. Me gusta la tele, las redes, soy muy hiperactiva, y comparto mis recetas en Instagram", recordó en diálogo con Monti y sus panelistas.
Y aclaró: "Siempre me mantuve en el mismo núcleo, que es mi familia... la exposición la tomé como un espacio para comunicar, hice la carrera completa de chef y mi propio emprendimiento de catering".
Además, Elba aseguró que en este momento de su vida se está "reencontrando" consigo misma "a nivel personal y laboral". "Necesito estar impecable con todo y estoy repartida por muchos lados... uno no vive del amor ni es algo que me preocupe", contestó cuando le preguntaron si estaba enamorada.
La primera campeona de MasterChef también dijo que volvería como invitada al reality pero no como participante y reveló que Telefe la "cuidó muchísimo" durante su paso por el canal pero ahora le gustaría cumplir un sueño: "viajar y conocer un poco más la gastronomía".
"Lo bueno de esta edición es que se hace con gente amateur, con apasionados, personas que realmente comparten el mismo destino que yo tuve en su momento", opinó al respecto y recordó cómo llegó al primer casting del ciclo culinario.
"Cuando llegué a la primera prueba que era en el Hipódromo, ni siquiera sabía qué era MasterChef y quiénes eran los jurados porque jamás había podido ir a comer a restaurantes ni viajar como mis compañeros que conocían de la gastronomía mundial... nunca había hecho un curso y viajé en colectivo con mi familia a grabar la final. A mí me costó mucho llegar", reconoció emocionada.
Y al ser consultada sobre el desembarco de Wanda Nara como conductora del reality opinó: "Para mí fue muy sorpresivo, no lo imaginaba. Pero no porque esté dudando de las cualidades que tenga ella (como conductora) ni mucho menos pero los otros conductores tenían alguna experiencia gastronómica".
Y concluyó: "Hay que esperar al lunes y ver cómo le va, darle la chance a que debute y a partir de eso ver cómo se va desenvolviendo".
Además, en una entrevista para el ciclo radial de Mosquita Muerta, indicó: "No me imagino a Wanda dando consejos de cocina, como '‘poné más azúcar' por ejemplo, pero si me imagino acompañando y aconsejando para levantar el ánimo".