La torta frita es un clásico de la merienda, especialmente cuando la tarde se presta para disfrutar de algo delicioso y reconfortante.
Esta receta, transmitida de generación en generación, te garantiza unas tortas fritas esponjosas y perfectas, ideales para acompañar con un buen mate o una bebida caliente. Lo mejor de todo es que son fáciles de hacer y no vas a poder dejar de comerlas.
Para preparar estas ricas tortas fritas, necesitás 500 g de harina 0000, una cucharadita de polvo de hornear, una cucharadita de sal, una cucharada de manteca pomada y 300 ml de agua a temperatura ambiente.
En un bol, mezclá la harina con el polvo de hornear, agregá la sal y la manteca. Luego, incorporá el agua poco a poco hasta obtener una masa homogénea. Dejalá descansar durante 10 minutos y, después, estirala sobre una mesada enharinada. Cortá las tortitas con un cortante redondo o de la forma que más te guste, haceles dos cortes con un cuchillo y freílas en abundante aceite caliente. Después, pasalas por papel absorbente y, por último, espolvoreá con azúcar.
Las tortas fritas se disfrutan mejor cuando están calientes, con su textura suave por dentro y crujiente por fuera. Esta receta es ideal para una merienda con amigos o familia.