Esta no es una tarta ligera (si es que alguna lo es); es chocolatosa, densa y bastante dulce, como buen postre latinoamericano que se precie.
La marquesa es una tarta de galletas típica de la gastronomía venezolana con las características necesarias para haberse ganado su merecida popularidad: más allá de lo evidente ―que está rica y que su sabor es apto para todo tipo de paladares―, es sencillo prepararla, no se utiliza el horno y los ingredientes son de andar por casa.
Como ocurre con toda receta popular, hay distintas maneras de prepararla, pero me atrevería a decir que existen dos bandos: el de los que utilizan leche condensada, y como consecuencia, obtienen una marquesa más cremosa, y el de los que utilizan más cantidad de mantequilla y tienen como resultado una tarta más compacta. En este caso vamos a hacer una mezcla de los dos ―que me perdonen ambos equipos por mi tibieza― para que sea fácil cortarla y servirla, gracias a la solidez que le da la mantequilla al enfriarse, aun manteniendo la cremosidad que le dan la leche condensada y las yemas.
Para prepararla haremos una especie de natilla o pudin de chocolate, con la que formaremos capas intercaladas con galletas María mojadas en leche con canela y/o cacao en polvo. Si quieres utilizar otras galletas de vainilla o sabor similar o cambiarlas por galletas rectangulares o cuadradas porque así te parece más sencillo el montaje, puedes hacerlo. Última aclaración: hice esta receta en un molde de 30x20 centímetros, pero puedes utilizar uno más pequeño si quieres que la marquesa te quede con un poco más de altura.
Ingredientes
Para 4-6 personas
300 g de chocolate
200 g de mantequilla
4 yemas
400 g de leche condensada
20 g de cacao
200 ml de leche
1 cucharadita de canela
350 g de galletas María
Cacao, galletas machacadas o chocolate rallado para decorar
Instrucciones
1. Fundir el chocolate troceado junto a la mantequilla en un bol a baño María.
2. Cuando esté completamente fundido, retirar del fuego y añadir las yemas mientras se bate con un batidor de varillas para evitar que se cocinen.
3. Agregar la leche condensada y el cacao e integrar bien.
4. Engrasar un molde de 30x20 centímetros con un poco de mantequilla. Colocar una fina capa de la mezcla de chocolate. Hacer una capa encima de galletas ligeramente remojadas en la leche mezclada con la canela (se pueden rellenar los huecos que queden con trozos pequeños de galleta). Hacer sucesivas capas de esta manera hasta terminar con la mezcla de chocolate.
5. Dejar reposar en la nevera, preferiblemente de un día para otro. Espolvorear con más cacao, galletas machacadas o chocolate rallado.