Los momentos en que el antojo por algo dulce llegan, es difícil de esquivarlos. Pero con esta receta fácil de hacer, te alegrará el día y le darás un placer a tu paladar, además de cuidar de tu salud.
La receta es sumamente sencilla y requiere de pocos ingredientes. Lo primero que se necesita son dos manzanas, tres huevos, para que el bizcochuelo quede esponjoso y ligero. La harina de almendras, añade un toque especial y, lo más importante, es una alternativa mucho más saludable a la harina refinada tradicional. Por último, una cucharadita de levadura será suficiente.
El proceso de preparación comienza con la manzana, que debe ser rallada finamente. Una vez que la manzana está lista, se mezclan en un bol los tres huevos, batiéndolos ligeramente hasta que estén bien integrados. Luego, se añade la harina de almendras y la cucharadita de levadura.
Con la mezcla ya preparada, llega el momento de verterla en un molde. Se recomienda un molde de al menos 15x15 cm, para que el bizcochuelo tenga el grosor ideal. Antes de verter la masa, es aconsejable engrasar ligeramente el molde o forrarlo con papel de hornear, para asegurarse de que el bizcochuelo se desmolde fácilmente una vez cocido.
El horno debe estar precalentado a una temperatura de alrededor de 180 grados. El bizcochuelo se coloca en el horno durante unos 25 minutos, tiempo suficiente para que adquiera un color dorado y una textura esponjosa.
Una vez que el tiempo de cocción ha transcurrido, es recomendable comprobar que el bizcochuelo esté listo insertando un palillo en el centro. Si sale limpio, es señal de que está perfectamente cocido. En ese momento, se retira del horno y se deja enfriar en el molde durante unos minutos antes de desmoldarlo con cuidado.