Si buscas una opción fácil, rápida y deliciosa para el almuerzo o la cena, esta receta de quesadillas con solo dos ingredientes es la solución perfecta. Con un sabor irresistible y lista en pocos minutos, se convertirá en un plato favorito para cualquier ocasión.
Las quesadillas son una solución rápida y deliciosa que no solo te ahorra tiempo en la cocina, sino que también permite aprovechar los ingredientes que tengas en casa. En ese sentido, podés optar por diferentes rellenos con variedades de verduras y distintos tipos de carne.
Receta para hacer quesadillas
Para esta receta, solo necesitas:
- Tortillas de harina o maíz (cantidad según tus comensales).
- Queso rallado o en fetas, que se derrita fácilmente (puede ser mozzarella, cheddar, o tu preferido).
Aunque la receta original requiere solo estos dos ingredientes, podés agregar otros para personalizar tus quesadillas. Opciones como jamón, pollo desmenuzado, carne en trocitos, vegetales salteados o champiñones son excelentes para darles un toque especial.
Paso a paso para preparar las quesadillas
- Prepará los ingredientes: Colocá una tortilla en una superficie plana y espolvorea el queso rallado uniformemente sobre la mitad de la tortilla. Si decidís usar ingredientes adicionales, agregalos ahora sobre el queso.
- Doblá y asegurá: Dobla la tortilla por la mitad, formando una media luna. Presioná suavemente con tus manos para que el queso y el relleno queden compactos.
- Cocción: En una sartén caliente sin aceite, colocá la quesadilla y cocinala a fuego medio durante 2-3 minutos de cada lado, o hasta que la tortilla esté dorada y crujiente y el queso se haya derretido por completo.
- Cortá y serví: Una vez lista, retira la quesadilla de la sartén y córtala en triángulos. Serví inmediatamente para disfrutar de su queso derretido y textura crocante.
Sugerencias para acompañar
Las quesadillas son muy versátiles y se pueden acompañar con una variedad de salsas y guarniciones. Algunas opciones populares incluyen:
- Guacamole: Un clásico que combina perfectamente con el queso derretido. Solo necesitás mezclar una palta pisada, tomate fresco picado, sal y jugo de limón.
- Crema agria: Aporta un contraste refrescante. Para ello mezclar: 1 pote de yogurt natural, jugo de limón, 1 pizca de sal y un toque de pimienta.
- Ensalada fresca: Ideal para equilibrar el plato con algo liviano. Podés jugar con la creatividad y combinar hojas verdes con distintas hortalizas.
Consejos para un resultado perfecto
- Usá tortillas frescas para obtener una textura suave y flexible al doblarlas. Si podés hacerla caseras, mucho mejor.
- Asegurate de no sobrecargar las quesadillas con relleno, ya que podrían romperse al cocinarlas.
- Cociná a fuego medio para que las tortillas no se quemen antes de que el queso se derrita.
