Cuando el pronóstico anticipa una baja de temperatura, es casi automático pensar en tortas fritas para acompañar el día gris. Esta receta es un clásico de las comidas argentinas y se suele preparar para la merienda.
Hacerlas no lleva mucha complicación, ya que para la preparación se necesitan pocos ingredientes que en su mayoría ya están en la alacena de casa o por lo menos son fáciles de conseguir.
La receta tradicional de las tortas fritas se hace con grasa vacuna, pero si no tenés podés sustituirla por manteca. A continuación te detallamos todo sobre esta receta que se puede hacer en muy poco tiempo y que es ideal para acompañar los mates en un día de lluvia.
Receta de tortas fritas
Ingredientes
- 500 gramos de harina
- Cuatro cucharadas de grasa o manteca
- Media taza de agua
- Dos cucharaditas de sal
- Aceite o grasa vacuna para freír
Procedimiento
1. Colocar la harina en un recipiente, hacer una especie de volcán y colocar en el centro la grasa a temperatura ambiente.
2. Ir agregando el agua paulatinamente y luego salar.
3. Mezclar toda la masa, amasar hasta formar un bollo y dejar reposar una hora.
4. Luego del reposo de la masa, se debe cortarla en pequeños bollos, achatarlas con la mano y, por último, pincharlas con tenedor.
5. Colocarlas en aceite para freír hasta que doren.
6. Retirar del aceite y espolvorear con azúcar.
¿Cuál es el origen de las tortas fritas?
El origen se atribuye a los alemanes pero se cree que las tortas fritas fueron introducidas en el Río de la Plata por inmigrantes españoles y árabes.
En Alemania estas pequeñas tortas se conocen como Kreppel; por eso en los lugares latinoamericanos que tienen una gran colonia alemana, las tortas fritas se conocen con ese nombre alternativo.
Luego de que esta receta se integrara a la tradición argentina y uruguaya, se hizo costumbre comerlas fundamentalmente cuando llueve o hace mucho frío, esto se remonta a la época de la colonia. Se dice que antiguamente las mujeres de la casa recogían el agua de la lluvia y con ella unían la masa.
Lo cierto es que la tradición persiste a lo largo de los años y se convirtió en un clásico. Su masa es básicamente la del pan común con un leudado más corto, tanto que el uso de levadura puede no ser incluido. De todos modos, existen diferentes recetas en las que la utilizan, como también el agregado de huevos, leche, azúcar o manteca (en reemplazo de la grasa).