A veces es difícil elegir qué comer en la merienda que sea económico, rápido y fácil de preparar, y al mismo tiempo salga de lo común. Con un paquete de tapas de empanadas se pueden preparar unos rollitos dulces riquísimos en pocos minutos.
Hay quienes prefieren algo salado como unas pepas reversionadas o unos ricos chipacitos rellenos, y quienes optan por una clásica torta matera o un budín saludable, pero pocas recetas son tan fáciles y rápidas como ésta.
Al usar una masa que ya viene lista, solo queda saborizar y armar los bocaditos para freír, teniendo un resultado delicioso y crocante que combina muy bien con el té, café, chocolatada o con unos mates, dulces o amargos.
Esta receta solo lleva tres ingredientes y dos de ellos casi siempre están en la alacena. Además, si sos una persona precavida, puede que también tengas tapas de empanadas en el freezer o la heladera, o ahora que conocés esta receta comiences a tenerlas a mano para cuando las necesites.
Para la elaboración no se necesita ser un pastelero, pero sí tener mucho cuidado al momento de manipular el aceite caliente. Esto debes tenerlo en cuenta si vas a preparar los bocaditos junto a los niños de la casa, ya que puede ser un plan divertido, pero peligroso al momento de freír.
Receta de rollitos dulces con tapas de empanadas
Ingredientes
1 paquete de tapas de empanadas
Aceite para freír
Azúcar, canela, mermelada a gusto
Preparación
Con un palo de amasar, estirar las tapas de empanadas para aumentar su tamaño. En este momento se puede pincelar su superficie con mermelada, chocolate derretido, manteca y azúcar con canela o cualquier saborizante a elección. También pueden quedar con un sabor neutro y ser condimentados luego de la cocción.
Una vez rellenos, enrollar la masa dándole forma de cilindro fino y largo. Enrollarlos sobre sí mismos en forma de espiral presionando el extremo final para que no se suelten durante la fritura.
Freír los bocaditos en aceite a fuego medio y sacarlos cuando estén bien dorados. Colocarlos sobre un papel absorbente para retirar el exceso de aceite. Pasarlos por azúcar, déjalos enfriar y ya están listos para servir. También podés rebozarlos con canela, regarlos con un hilo de miel, o agregar ralladura de algún cítrico.