La hora del brindis es una tradición sagrada para los argentinos, y uno de los momentos más especiales de las fiestas. Reunidos con nuestros seres queridos, es un ritual en el que alzamos una copa para celebrar y agradecer.
En estas fechas especiales, se brinda por los familiares (los que están y los que ya no), por la amistad, por la salud y por las hazañas del año, lo conseguido y lo aprendido, y además se elevan intenciones para el año siguiente.
Recibimos la Navidad y el Año Nuevo con una mesa llena de dulces como turrones, confituras, garrapiñadas y budines, y elegimos la bebida espumante de preferencia para llenar la copa.
Este año podés innovar con algunas de estas ideas para llevar tu sidra, champagne, espumante de ananá o clericó a otro nivel y sorprender a toda la familia. Sumando algunos ingredientes simples podemos convertir nuestra copa de sidra en un trago imperdible.
Tres tragos con sidra para disfrutar en estas fiestas
La sidra es una bebida que nace del fermento del jugo de la manzana, aunque también se puede elaborar con peras. Es un producto rico y económico que cobra mayor popularidad durante la época de las fiestas, pero que tiene un perfil ideal para crear tragos refrescantes y frutales durante todo el verano.
Sidra + vermut + manzana
En un vaso de trago largo con mucho hielo, agregar una medida o 45 mililitros del vermut a elección. Llenar el resto de la bebida con sidra y mezclar suavemente con una cuchara. Decorar con unas finas rodajas de manzana unidas con un escarbadiente en forma de abanico. El resultado es un aperitivo fresco, con baja graduación alcohólica y un sabor potente.
Mimosa con sidra
Originalmente, la mimosa es un trago compuesto por una parte de jugo de naranja y dos de espumante brut o extra brut. En este caso, podemos prepararla con sidra para una opción más económica.
En una copa de champagne, colocar un tercio de jugo de naranja y completar con sidra. Este cóctel no lleva hielo, por lo que ambas bebidas deben estar frías a la hora de prepararlo.
Tom Collins a la sidra
Un cóctel clásico a base de soda que se puede reversionar utilizando las burbujas de la sidra. Necesitamos gin, azúcar, jugo de limón recién exprimido, hielo y el ingrediente estrella: la sidra.
En una coctelera colocar una medida de gin, 20 gramos de azúcar, 35 centímetros cúbicos de jugo de limón y hielo. Batir enérgicamente hasta que el frío traspase la coctelera y transpire por fuera. Servir únicamente el líquido en un vaso trago largo lleno de hielo, y completar el espacio restante con sidra. Mezclar con una cuchara, agregar una bombilla y decorar con manzana.