Después de las inundaciones en el litoral de San Pablo, causadas por las abrumadoras lluvias torrenciales, las autoridades de Brasil informaron que la cantidad de muertos llegó a 40 en las últimas horas. Muchas de las víctimas fatales son niños y niñas.
Por el momento, aproximadamente 2.500 personas fueron evacuadas de sus viviendas. De este total, 800 quedaron sin un techo y otras 40 continúan desaparecidas, según confirmó el medio local ‘Folha de Sao Paulo’.
El presidente recién asumido, Lula da Silva, visitó la zona del desastre con un sobrevuelo en helicóptero, desde donde logró observar todo el territorio afectado por el fuerte temporal. Minutos después, se reunió con Tarcísio de Freitas, gobernador de San Pablo, con quien habló de la situación. Los dos mandatarios buscan realizar -en conjunto- una ayuda a las familias afectadas.
Por otro lado, Lula priorizó el trabajo en colaboración entre las administraciones de cada jurisdicción, por sobre las cuestiones políticas. «El bien común de las personas es mucho más importante que cualquier desacuerdo que podamos tener. Estamos juntos para enfrentar la situación y ayudar a la población del litoral paulista», expresó Lula.
Uno de los pedidos más fuertes por parte del Gobierno Nacional consta en no seguir edificando sobre las laderas de las sierras, donde se generan estos desastres que producen cientos de muertes por año.
Mientras el Gobierno de San Pablo lleva a cabo un luto de tres días por respeto y en conmemoración a los fallecidos, la administración nacional elevó la emergencia a “desastre” en la ciudades de Guarujá, Bertioga, Sao Sebastiao, Caraguatatuba, Ilhabela y Ubatuba.