Una pelota, un arco, un equipo, un potrero y pasión. No se necesita otra cosa para jugar al fútbol, los elementos son los mismos en cualquier lugar del mundo, ya sea en Argentina o en África.
Las posibilidades de jugar va más allá de las barreras geográficas e idiomáticas pero, porque siempre hay un pero, cualquier club profesional que se precie necesita un buen estadio: un joven porteño que integra el cuerpo técnico de un equipo de Zambia y consiguió casi $1.500.000 para realizar la construcción de su primer estadio, cuyo nombre no será otro que el de Diego Armando Maradona.
No, no es Santi Maratea quien se puso detrás de la colecta, sino Martín Shatal, un muchacho de 18 años nacido en Flores y fanático del club Huracán de Parque Patricios quien logró juntar cerca de $1.477.439 para la construcción del estadio.
La cancha se hace señores.
— Argentino en Zambia (@Martecoll) May 4, 2023
El objetivo fue superado con creces. La alegría es INMENSA.
Hoy me junto con Auldridge para confirmarles que hacemos exactamente con el el excedente, seguramente busquemos comprar un micro para ir de visitante ya que las distancias en 2da se alargan. pic.twitter.com/VnM1L7w5Fi
Su intención original era viajar a Italia para aprender el idioma, pero la falta de un pasaporte comunitario le impidió quedarse y trabajar. Ante esa imposibilidad, decidió anotarse a un voluntariado que lo llevó a postularse como profesor de fútbol en una escuelita de Livingstone, Zambia, África.
Sin embargo, por su experiencia personal, le ofrecieron ser parte del cuerpo técnico del New Hope Waves FC, un club que participa en la tercera división de ese país, nombrada formalmente como FAZ Division Three Southern A, según contó el joven al diario La Nación.
A través de la cuenta de Twitter "Argentino en Zambia" @Martecoll, Martín dio a conocer la realidad del fútbol local y la situación de las personas que viven en Maramba, un barrio de muy bajos recursos en Livingstone.
Allí las imágenes son tan familiares como las de cualquier barrio de Argentina: tierra, pasto, un arco improvisado sin red y jugadores corriendo de un lado a otro del potrero detrás de la pelota, aunque con una particularidad, se los ve entrenar con camisetas de Boca Juniors, en su mayoría y de otros equipos argentinos, quizás sea porque Martín tenía su propio emprendimiento de casacas de equipos argentinos.
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El estadio Diego Armando Maradona en África
El joven argentino se desempeña como parte del cuerpo técnico del New Hope Waves FC y busca que el conjunto pueda ascender de categoría, ya que el fútbol es profesional en Zambia a partir de la segunda división, por lo que el ascenso sería crucial para el crecimiento del club.
"Los jugadores cobran cuatro dólares al día y el DT, un exjugador ghanés, necesita otro trabajo para vivir", explicó Martín a La Nación.
Además, en esa cancha de fútbol, ubicada entre las improvisadas calles de tierra del barrio de Maramba, juegan decenas de chicos y chicas todos los días que sueñan con integrar el equipo. La construcción del estadio no solo ayudaría a contar con una mejor infraestructura, sino que consolidaría la función social del club como lugar de reunión y contención de la comunidad.
Martín Shatal hincha de Huracán
Por lo tanto, Martín se puso al hombro la colecta en Argentina. Propuso que le enviaran $300 a su cuenta de Mercado Pago con el fin de reunir los más de 900.000 que se necesitaban para la construcción de la cancha. No obstante, ese número se superó con creces y la colecta sigue abierta para quienes quieran seguir donando, ya que ahora van por la compra de un micro que pueda transportar a los jugadores cada vez que son visitantes.
"Vamos a construir una cancha para que el Waves (3° división) sea local y todos los chicos de Maramba tengan un lugar donde jugar y soñar con el fútbol. Y se va a llamar DIEGO ARMANDO MARADONA. Digo 'vamos', porque vos vas a ser parte", publicó Martín en Twitter al momento de lanzar la colecta.
Y agregó: "Para alcanzar la meta (2.070 USD al dólar blue), necesitaríamos que el 20% de mis seguidores aporte 0,6 USD o 300 pesos argentinos. Es un número al cual podemos llegar y, como agradecimiento, se colocará un cartel permanente con los nombres de quienes aporten". El cálculo está hecho basándose en un dólar blue a $470.
El número fue superado con creces: el objetivo era alcanzar los $972.400 ARS y llegó a casi $1.500.00. "Pueden ver los detalles de los costos y el perfil de la constructora en el siguiente drive. Importante: acá nadie se lleva ni el 5%, ni el 0,01% de lo recaudado", alertó en referencia a la polémica que desató la colecta de Santiago Maratea para Independiente.
Cómo donar
Para participar de la colecta, pueden enviar los $300 o el monto de preferencia a:
CVU: 0000003100058672696937
Alias: CespedZambia
La cancha del New Hope Waves FC en Zambia
De Parque Patricios a Maramba
Pero, ¿cómo llegó Martín a Zambia? Tras su paso por Italia, el joven le contó a La Nación que se sintió motivado por la idea de hacer un voluntario que vio en videos de TikTok. Con esa intención se anotó en WorldPackers, una plataforma que se dedica a ofrecer oportunidades de voluntariado y búsquedas en distintas partes del mundo.
Martín se anotó como profesor de fútbol en Livingstone, Zambia, y mandó un CV en el que detalló su experiencia en el club de sus amores: Huracán. Allí forjó una buena relación con Diego Dabove, actual entrenador del Globo, debido a que visitaba con frecuencia La Quemita y conversaba con tanto con el DT como con Pablo Fornasari, ayudante de campo, y los videoanalistas del cuerpo técnico.
Martín junto a Diego Dabove, DT de Huracán
Con todo ese bagaje, el titular de la ONG que organiza la escuela de fútbol a la que se postuló Martín para el cargo de docente, se contactó con el muchacho para decirle que también tenía un equipo profesional y ofrecerle como parte de su voluntariado ser parte del cuerpo técnico del New Hope Waves FC.
"Estoy eternamente agradecido con él porque fue el que me metió en el mundo del fútbol", expresó Martín sobre Dabove.
En el Waves, como se refiere afectuosamente, es el encargado de analizar el rendimiento de los jugadores y de dialogar con el entrenador para mejorar el funcionamiento del equipo.
"Me dijo que estaban agradecidos de tenerme acá y que me contaban como una persona más del cuerpo técnico; que tenía autoridad para hablar y hacer cualquier tipo de sugerencia", reveló contento por el recibimiento que tuvo en el equipo.