Este viernes se cayeron completamente los Acuerdos de Barbados y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), controlado por el sanguinario dictador Nicolás Maduro, ratificó la inhabilitación de la líder opositora liberal Maria Corina Machado.
De esta manera, colapsó el gran plan de Joe Biden, que desde hacía más de un año había comenzado un proceso de quita de sanciones contra Venezuela, a cambio de dos cosas: que el chavismo permitiera elecciones libres en su país y que le vendiera cuotas preferenciales de petróleo.
Pero este acuerdo se convirtió en el quizás mayor fracaso de toda la administración Biden en el plano geopolítico: si bien se le permitió a Chevron volver a explotar los yacimientos de petróleo junto petrolera estatal venezolana PDVSA, el mayor comercio sigue ocurriendo entre Venezuela y Rusia, China e Irán.
Además, no habrá elecciones libres en Venezuela, algo completamente esperable para cualquiera que entiende el nivel de enquistación en el poder que está el chavismo. No había prácticamente nadie que pensara que iban a permitir ir a unos comicios libres, especialmente cuando Corina Machado mide arriba de 60 puntos en primera vuelta.
Tras la prohibición del viernes contra la líder opositora, Estados Unidos está “actualmente revisando” las sanciones a Venezuela, según dijo el Departamento de Estado en un comunicado, “en base a este desarrollo y los recientes ataques políticos contra candidatos de la oposición democrática y la sociedad civil”.
“La decisión de la Corte Suprema de Venezuela del 26 de enero de descalificar a la ganadora de las primarias de la oposición democrática, María Corina Machado, es inconsistente con el compromiso de los representantes de Nicolás Maduro de celebrar unas elecciones presidenciales venezolanas competitivas en 2024", enunció la cartera que dirige Antony Blinken, el artífice del fracasado acuerdo.
"El proceso de reinstalación careció de elementos básicos, ya que Machado no recibió una copia de la acusaciones contra ella ni se le dio la oportunidad de responder a ellas”, indicó el Departamento de Estado norteamericano.
“Esta decisión profundamente preocupante va en contra de los compromisos asumidos por Maduro y sus representantes en virtud del acuerdo de hoja de ruta electoral de Barbados de permitir que todos los partidos seleccionen a sus candidatos para las elecciones presidenciales. Actualmente, Estados Unidos está revisando nuestra política de sanciones a Venezuela, basándose en este hecho y en los recientes ataques políticos contra candidatos de la oposición democrática y la sociedad civil”, añadió.
En X (ex Twitter), Machado dijo que la decisión del Supremo de inhabilitarla por 15 años, pone fin al acuerdo firmado en Barbados entre el Gobierno y la opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que contemplaba “garantías electorales”, así como el fin de las inhabilitaciones.
“El régimen decidió acabar con el acuerdo de Barbados. Lo que no se acaba es nuestra lucha por la conquista de la democracia a través de elecciones libres y limpias”, aseveró Machado. A su juicio, el dictador Nicolás Maduro y “su sistema criminal” escogieron el camino de “unas elecciones fraudulentas”.
Con esta sentencia, la máxima corte venezolana cerró el paso para que Machado, una ingeniera industrial de 56 años, pueda inscribir su candidatura para los comicios presidenciales previstos para el segundo semestre del año.