Mientras Britney Spears se encuentra en pleno divorcio con Sam Asghari y su público teme por su salud mental, nuevos reportes de TMZ indican que Britney quiere hacer las paces con James Parnell Spears, su padre y principal responsable de la tutela que limitó su vida en todos los aspectos durante 12 años.
La noticia es toda una sorpresa dado que durante los últimos tres años, Britney ha aprovechado cada oportunidad en redes sociales para despotricar contra el maltrato que vivió a manos de James Parnell. Incluso dentro de su divorcio con Sam, mencionó a su padre asegurando que el la hizo “una mujer dura” a la mala y dando a entender que tanto él como su familia la han abandonando en este proceso.
Britney, incluso, llegó a tacharlo como un “hijo de perra”, recordando el terrible trato que vivió cuando fue llevada a un hospital psiquiátrico.
“¿Por qué tú y tu familia estuvieron de acuerdo y me trataron como a un maldito perro? ¿Cuál es el secreto? ¿Qué ocultas? Responde, padre omnipotente, si quieres sentarme de nuevo durante cuatro meses, exponiendo mi cuerpo a las enfermeras mientras me duchaban como a un perro (...) ¿Qué te hace tan malditamente especial que me trataste menos que a un maldito perro? Todas las mañanas me despierto y todas las noches antes de irme a dormir rezo a Dios para que te dé sólo 5 minutos del dolor que sentí en ese lugar durante 4 meses. ¡Rezo para que ardas en el infierno lamentable hijo de perra!”, escribió Spears en 2022.
Después de un mensaje de odio y resentimiento tan claro como este, ¿qué haría que Britney tratara de mejorar su relación con su padre?
Según TMZ, James Parnell lleva enfermo mucho tiempo. En un principio, los doctores creían que se trataba de un problema renal, pero posteriormente, se descubrió que se trataba de una infección que había desarrollado durante años tras haberse hecho una cirugía en su rodilla. La situación de James es tan delicada que la familia Spears ya se prepara para lo peor, por lo que Britney no quiere quedarse con todo ese odio cuando su padre ya no esté.
En estos momentos, James se prepara para regresar a cirugía, en la que los médicos intentarán quitar el metal que terminó por infectar el cuerpo. El riesgo no es sólo la cirugía misma, sino además el estado de salud de Parnell, que ha bajado alrededor de 10 kilos en los últimos meses.
La reconciliación no es unilateral. En el peor de los casos, James también quiere irse en paz sabiendo que su relación con Britney ha sanado. Según las fuentes, cuando se enteró que Britney quería hablar con él “se puso eufórico”. Desde 2021, el equipo legal de James Parnell declaró que estaban de acuerdo en que Britney se librara de la tutela, y cuando terminó, James rompió el silencio y aseguró que esta “le salvó la vida a Britney”, además de ser clave para que pudiera quedarse con los hijos que hasta hoy comparte con Kevin Federline.
“Para protegerla a ella y también a los niños, la tutela fue una gran herramienta. Sin eso, no creo que hubiera recuperado a los niños”, aseguró el padre a Daily Mail. Para entonces, Britney ya había hecho varios comentarios en su contra, mismos que respondió de la siguiente manera:
“Me ha tratado peor que a un maldito perro. Ha sido una época infernal. No me importa recibir esa paliza, porque sé que no es verdad y porque no quiero empezar otra pelea”.