El alcoholismo es una de las adicciones más comunes en el mundo y China no es la excepción. Sin embargo, sí es la excepción la manera en que el país asiático está avanzando para lograr tratamientos más efectivos contra ese consumo problemático: un chip para inhibir la adicción al alcohol.
Se trata de la primera vez que se realiza ese tipo de intervención quirúrgica en China. La operación fue supervisada por el exvicepresidente de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU, Hao Wei, quien comentó que esperan que le permita al paciente luchar contra la enfermedad durante cinco meses.
Según trascendió, es un paciente de 36 años que desde hace 15 años sufre de alcoholismo. De acuerdo a la prensa china, se sometió al particular tratamiento porque quiere "disfrutar de una vida libre de alcohol".
El hombre oriundo de la provincia china de Huan aseguró a los medios chinos que el alcohol es una sustancia que ha "destruido sus relaciones personales". Consumía aproximadamente medio litro de licor por día y su rutina consistía en empezar a beber antes del desayuno y continuar a lo largo del día hasta perder la consciencia.
El chip libera naltrexona en el cuerpo, una sustancia usada en tratamientos contra la adicción para prevenir recaídas.
Según un estudio publicado por The Lancet, China registró poco más de 700.000 muertes en el año 2017 debido a causas relacionadas con el alcohol, de las cuales 650.000 fueron de hombres.
¿El implante de chips es el futuro?
Pese a la novedad en la manera de tratar el alcoholismo, la posibilidad de implantarse chips no es exclusiva de China. De hecho, esa idea está cada vez más presente entre algunos de los empresarios más importantes del mundo, como son el dueño de Tesla, Twitter y SpaceX, Elon Musk, o el creador de Microsoft, Bill Gates.
En el caso de Musk, desde hace años que una de sus compañías, Neuralink, se encuentra desarrollando un chip capaz de implantarse en el cerebro humano, aunque por el momento, solo se probó en algunas especies de primates, con resultados poco concluyentes.
Por otra parte, la apuesta con los chips en Gates no es tan ambiciosa. Para él, el futuro son los "tatuajes digitales", capaces de reemplazar a los teléfonos celulares. Se trata de tatuajes temporales que se aplican en la piel y que llevan pequeños sensores y rastreadores alimentados con una tinta especial capaz de conducir la electricidad.