Los dirigentes opositores que están refugiados en la embajada argentina en Caracas aparecieron brevemente por los balcones del edificio y dijeron que “han sido días muy difíciles”. Sin embargo, se manifestaron confiados en que tarde o temprano se conocerá el verdadero resultado de las elecciones celebradas el domingo pasado. “Venezuela necesita un cambio”, dijeron.
Magalí Meda, quien fue hasta marzo la jefa de campaña del Comando Nacional de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia (y que en ese momento se asiló en la embajada argentina por las amenazas recibidas) se asomó al balcón y dijo a los periodistas que hacían guardia frente al edificio que “han sido días muy difíciles. Pero bueno, es parte del proceso de hacer respetar la verdad. Con mucho orgullo. Venezuela necesita ya un cambio”.
“Hoy están siendo perseguidos los testigos... en esta sede diplomática y de la Argentina está parte de la dirección del comando de campaña ganador del proceso. Entonces cada testigo los amenaza, nosotros los amenazamos. ¿Es democracia o qué es? Se les cayeron las caretas”, gritó a la distancia.
“Lo bello que tiene lo que pasó es que es un triunfo de Venezuela, eso es lo que estamos viendo en la calle; gente exigiendo que se respete la verdad”, aseguró la asilada, que enfatizó: “Todo proceso de parto es complejo pero el niño ya nació”.
“Se llevó el proceso adelante, ganamos, arrasamos. Los resultados están ahí. Hoy el Comando Nacional Electoral (CNE), que es una instancia que debe darle respuestas al país, se esconde tras otro instrumento del régimen para no tener que dar la cara. Entonces, ¿de qué estamos hablando? Ya basta”, exigió Magalí Meda, quien estaba acompañada por Pedro Urruchurtu y Claudia Maceros.
En el interior de la sede diplomática también están Humberto Villalobos, Omar González y Fernando Martínez y Mottola. Los seis tienen el estatus de asilados otorgado por el gobierno argentino.
Sin embargo, los diplomáticos que les dieron refugio ya no están: debieron abandonar el país luego de ser expulsados por el gobierno de Nicolás Maduro. La medida fue ordenada por el rechazo del gobierno de Javier Milei a reconocer el resultado de las elecciones, en las que el oficialismo venezolano anunció su victoria.