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ESCÁNDALO INTERNACIONAL

Detuvieron al fundador de la red social Telegram

La empresa emitió un comunicado en el que dice que no "tiene nada que esconder" y que es una red social que defiende a ultranza la libertad de expresión de sus usuarios.

Detuvieron al fundador de la red social Telegram

El fundador de la red Telegram sigue detenido en París, Francia. Fue apresado cuando llegó a esa ciudad junto con su esposa.

Pavel Durov, creó la red social en Rusia en 2014 como plataforma para luchar por la libertad de expresión y ganó fama especialmente con los mensajes de personas contrarias a la invasión a Ucrania.

La red se transformó en una importante app con 500 millones de usuarios pero, por no aplicar controles en sus mensajes, está acusada en Europa de favorecer actividades ilegales y hasta terroristas.

Mientras Durov sigue detenido en París, la empresa en un comunicado dijo que su fundador "no tiene nada que esconder ya que Telegram cumple con todas las normativas de la Unión Europea.

Quién es Pavel Durov

Nació en San Petersburgo en el año 1984. En 2013 fundó la red social "Telegram", que tuvo un gran crecimiento por su política de libertad irrestricta a los contenidos. Por eso, se negó a entregar al gobierno ruso los códigos de encriptación de su red. Esa es la base del éxito exponencial de Telegram. La seguridad de esos códigos hace que sea casi imposible poder ubicar o identificar a los responsables de lo que se publica en esa red. Por ese motivo, tuvo que marcharse de Rusia en 2014 al ser presionado por el Kremlin para borrar mensajes contrarios a Putin o entregar esos códigos.

Cuando Rusia invadió Ucrania - febrero de 2022 - Telegram fue una herramienta para dar a conocer todas las operaciones militares rusas, los ataques a la población civil o deportaciones en los lugares que iba controlando en suelo ucraniano.

Pavel Durov, el "Zuckerberg ruso"

El vínculo de Durov con las redes sociales tiene un inicio muy similar al de Mark Zuckerberg con Facebook. Mientras estudiaba para ser intérprete y traductor tuvo una idea brillante: creó una librería en línea (durov.com) para sus compañeros con la que compartir apuntes y libros. Esa red inicial se hizo tan popular que lo amplio a toda la población universitaria de Rusia.

La noticia cruzó el Atlántico y un antiguo compañero suyo, que vivía en Estados Unidos, Vyacheslav Mirilashvili, lo contactó para proponerle una idea. Así nació Vkontake, en 2006.

Conocida como VK, se transformó en la "Facebook rusa", en la que se puede registrar cualquier persona (no solo los universitarios del inicio) lo que hizo que para fines de 2007 llegara a 3 millones de usuarios.

Pero como por VK denunció anomalías en una de las elecciones ganadas por Vladimir Putin, el gobierno ruso - y la Justicia - comenzó a perseguirlo. VK decidió echar a su fundador y Durov dijo que su creación estaba "tomada" por el Kremlin. Durov vendió sus acciones y se marchó de la Federación Rusa. Desde entonces se considera a sí mismo como un nómade internacional.

Con su hermano, Nikolai, creó a la par de VK a "Telegram", la red en la que puso todo su esfuerzo, recursos e inteligencia. Uno de sus objetivos fue proveer mayor privacidad y seguridad, sin perder su diseño y fácil manejo. Esa es la clave de la red social que tiene varias de las funciones de Whatsapp, YouTube o Instagram, todas integradas. Sumada a la gran seguridad de su método de encriptación. Y esa es la clave de su éxito, tanto como la de su detención en Francia.

Durov, "cómplice" de actividades criminales

"Telegram" hace gala de no hacer restricciones en lo que hacen sus usuarios. Pero así como es una herramienta para la libertad de expresión, varios gobiernos y la Justicia lo señalan como "cómplice" de delitos que se cometen por medio de Telegram. Desde planear robos hasta la venta de drogas o armas. Incluso se asegura que los terroristas que causaron la muerte de 137 personas en los atentados en París en 2015 (entre ellos 90 muertos en el teatro Bataclán) se comunicaban y organizaron toda su operación por medio de esa red social.

Por eso, es que la Justicia de Francia le pidió a Durov que entregue los códigos de encriptación, para conocer la identidad de supuestos criminales. Una vez más, el fundador de Telegram se negó alegando su defensa de la libertad de expresión y la privacidad.

Además, dice que la Justicia no lo puede hacer responsable a él o a Telegram por lo que hacen los usuarios en la red. Ante esta negativa, la justicia francesa lo detuvo el pasado viernes, cuando llegó al aeropuerte parisino de Le Bourget.

Al negarse a entregar esas claves que permitirían conocer la identidad de personas buscadas por sus actividades por "Telegram", se lo considera "cómplice" y, por eso, está detenido.

Durov, como dijimos, se considera un paria internacional y es por eso que tiene nacionalidad emiratí al residir en Dubái. También tiene la que le otorgó el pequeño país insular caribeño de San Cristóbal y Nieves. Pero desde 2021, es ciudadano francés. Entonces, al llegar procedente de Azerbaiján, fue detenido en el aeropuerto de Le Bourget, por negarse a cumplir con un mandato de la Justicia de "su" país desde hace tres años.

Por no colaborar para en casos para evitar el tráfico de drogas, fraudes con criptomonedas o apología del terrorismo, la justicia de París decidió que continúe detenido.

"Prefiero ser libre que recibir órdenes de nadie", le dijo al famoso periodista conservador norteamericano, Tucker Carlson hace unos años, tras haber abandonado Rusia.

Por esas ironías de la vida, este "libertario" (como le gusta definirse a Durov) fue elogiado por el dictador Nicolás Maduro en plena crisis por los resultados de la elección en Venezuela. Maduro decretó un bloqueo a Whatsapp y le propuso a los venezolanos que "utilicen Telegram, que es una red mucho mejor y más libre". Ahora, está preso en París.


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